La superintendenta de Bancos, Ruth Arregui Solano, explicó esta semana que la autoridad de control aún no culmina el proceso de auditoría al Instituto de Seguridad Social de la Policía y que actualmente corre la etapa de descargos por parte del Isspol.
Debido a lo complejo del caso, por el monto y tipo de las operaciones, se dio una prórroga al Isspol para que presente la certificación de sus inversiones. Indicó que no se puede conocer cuándo termina la prórroga, pero el Instituto está aún dentro del plazo. Al momento, el Isspol ya ha presentado descargos de una serie de temas que tienen que ver con control interno, gobierno corporativo y manuales.
El Isspol aún debe presentar los descargos sobre los bonos de deuda externa, por lo que ya se pidió información al Decevale (Depósito Centralizado de Valores del Ecuador), la Superintendencia de Compañías y a las empresas intermediarias o consultoras, entre ellas, las que son de propiedad de Jorge Chérrez Miño.
Arregui aprovechó para aclarar que ella nunca ha dicho que no existe delito en este tema, como ha indicado Chérrez. “Yo hice unas declaraciones en que indicaba que la Superintendencia no es la entidad indicada para tipificar los delitos… me ratifico en que se han hallado inobservancias del marco legal y que algunas observaciones de la Superintendencia no han podido ser desvirtuadas”, afirmó. Por el momento prefirió no adelantar criterios hasta que no termine la evaluación de estos recursos públicos.
Fideicomisos.
El problema que tiene la Superintendencia en sus procesos de control es que la ley no le da facultad sancionatoria para el régimen de seguridad social. La Superintendencia tiene a su cargo al Instituto de Seguridad Social (IESS), al Isspol y al Issfa (militares), pero no tiene régimen sancionatorio. Un caso diferente es el de la banca, frente a la que sí tiene la posibilidad de destituir a los funcionarios, emitir multas pecuniarias, entre otros.
En enero de 2018, el asambleísta César Carrión (CREO, coronel de la Policía en servicio pasivo), presentó un proyecto de siete artículos para reformar la Ley de Seguridad Social con miras a que el control de estas instituciones esté bajo la competencia de la Superintendencia de Bancos y la Contraloría General del Estado. Sin embargo, la Comisión de los Derechos de los Trabajadores aún no ha elaborado el informe para su tratamiento en el pleno de la Asamblea Nacional.
De acuerdo con Arregui, esta falta de regulación hace que las instituciones que no pueden ser sancionadas den largas a los pedidos de la Superintendencia o no cumplan las recomendaciones. Recordó que en agosto de 2019, el organismo observó al Isspol por esta figura de compra de derechos fiduciarios. “Pero ¡hasta dónde llega la audacia!, los administradores de ese entonces nos pusieron una acción de protección”, indicó. Luego, el juez del caso, ventajosamente, la inadmitió. Ahí se procedió a destituir al administrador anterior.
Por la observación de la Superintendencia de Bancos, el Isspol dejó de renovar las operaciones de compra de derechos fiduciarios y ahora está en el proceso de analizar diversas propuestas de pago para recuperar la inversión. Uno de los casos fue el de la compañía de seguros Interoceánica, en la que el Isspol invirtió $ 4,1 millones a través de esta figura de compra de derechos fiduciarios, observada por la autoridad porque no se transó en la bolsa de valores.
El principal de Interoceánica, Francisco Rivadeneira, explicó a este Diario que la operación comenzó en octubre del 2017 y que la empresa buscaba capital de trabajo y por eso negoció directamente con el Isspol esta inversión a una tasa de interés de 9% anual, con renovaciones. «En el fideicomiso están garantías reales de terrenos y otros activos por más de $ 9 millones y al momento debemos poco más de $ 3 millones de capital», añadió. «Desde el momento en que ya no se pudo renovar entramos lógicamente en un retraso, pero nosotros inmediatamente hicimos el planteamiento del plan de pagos y estamos a la espera de la respuesta del Instituto», indicó.
«El interés del banco siempre es más alto y la tramitología del banco es a veces más compleja; la operación con el Isspol era una posibilidad más que uno tiene en los mundos de los negocios», concluyó Rivadeneira.
FUENTE: DIARIO EL UNIVERSO.
