MATTEO SALVINI AHONDA LA CRISIS DEL GOBIERNO ITALIANO CON LA AMENAZA DE ELECCIONES ANTICIPADAS.

El líder de la Liga exige medidas «valientes» al Movimiento 5 Estrellas para mantener la coalición.

La Liga de Matteo Salvini ahonda en la brecha cada vez más profunda con su socio en el Gobierno italiano, el Movimiento 5 Estrellas (M5S). El partido ultraderechista ha pedido este jueves a los grillinos medidas «valientes» o, de lo contrario, exigirá elecciones como «única alternativa».

«Italia necesita certezas y elecciones valientes y compartidas. Es inútil seguir adelante en medios de noes, retrasos, bloqueos y broncas cotidianas», asegura el partido en un comunicado, que remata: «Cada día que pasa es un día perdido. Para nosotros la única alternativa a este Gobierno es devolver la palabra a los italianos con nuevas elecciones».

Tras semanas de tensión, el líder de la Liga tensa así la cuerda y amenaza por primera vez claramente con provocar el adelanto electoral. «O hacemos las cosas bien o es inútil seguir adelante», avanzó el miércoles en un mitin. Esa frase, que sonaba a ultimátum, unida a las enormes diferencias mostradas públicamente entre ambos partidos, ha provocado que el líder del M5S y vicepresidente del Gobierno, Luigi Di Maio, cancelara este jueves su agenda, y que el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, suspendiera la rueda de prensa que tenía programada antes de la pausa estival y se reuniera para analiza la situación con el presidente italiano, Sergio Mattarella.

Las tensiones entre los socios son palpables desde hace semanas, pero en los últimos días se han recrudecido, especialmente tras la votación del miércoles en el Senado en torno a la línea de alta velocidad Turín-Lyon, en la que el M5S sufrió una derrota al intentar parar el proyecto frente a la oposición, que se unió a la Liga para tumbar la moción de los grillinos. Salvini y los suyos votaron en contra, a pesar de que dos días antes el M5S, con grandes reticencias internas, secundó su moción de confianza para sacar adelante una ley que sanciona a las ONG que rescatan migrantes en el Mediterráneo.

Salvini, señalado como instigador de la crisis y con el viento a favor en las encuestas, anuló después un recorrido por las playas que figuraba en su agenda, y se encerró con Conte para una larga discusión. Por la noche, durante una reunión en el balneario de Sabaudia, dejó caer que «algo se ha roto en la mayoría en los últimos meses», alimentando las especulaciones sobre una posible ruptura de la coalición de gobierno con el M5S.

Según los medios italianos, Salvini ha establecido condiciones para permanecer en la alianza: la salida de tres ministros y un nuevo pacto que incluya la reforma para aplicar un impuesto único sobre la renta y una mayor autonomía de las regiones. «No estoy hecho para medias tintas», dijo el miércoles.

Entre los ministros a los que ha enfilado Salvini, según los medios, están Danilo Toninelli (Transporte e Infraestructura, M5S), al que acusa de bloquear “docenas y docenas de otras obras públicas”, además de la línea férrea Lyon-Turín; y Elisabetta Trenta (Defensa, cercana al M5S), que a sus ojos carece de entusiasmo para luchar contra el flujo de migrantes en el Mediterráneo. Además, se cita al de Medio Ambiente, Sergio Costa, y a Giovanni Tria (Economía), cercano a la Liga pero al que el líder de la formación ultraderechista ve demasiado cauteloso frente a las exigencias de control presupuestario de Bruselas.

Giuseppe Conte se ha reunido con el presidente de la República, Sergio Mattarella, para hablar de la tensa situación política. Uno de los escenarios posibles es una profunda remodelación ministerial con un resurgimiento de la alianza entre la Liga y el M5S de Luigi Di Maio. De no llegarse a un acuerdo, el Gobierno de Conte puede verse urgido a renunciar.

Se abrirían entonces nuevas opciones, entre ellas la formación de una nueva mayoría parlamentaria, que podría incluir al M5S y la izquierda, aunque los analistas lo ven poco probable. Otro camino sería la convocatoria de elecciones anticipadas para octubre, que con las encuestas actuales dan a la Liga un 36% a 38% de las intenciones de voto y permitiría a Salvini intentar una alianza con partidos de extrema derecha como Fratelli d’Italia.

Sin embargo, el presidente italiano, Sergio Mattarella, insiste regularmente en la necesidad de tener un Gobierno en funcionamiento en otoño para preparar el presupuesto, cuyo primer borrador debe presentarse a la UE antes de finales de septiembre. El jefe de Estado podría optar por el establecimiento de un Ejecutivo técnico y retrasar unas elecciones a febrero o marzo. Una de las razones por las que Salvini ha dudado en dinamitar el Gobierno, aunque este jueves ya haya dado un paso más hacia una nueva cita con las urnas.

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