LA OMS DESCARTA QUE EL ORIGEN DEL COVID-19 SEA DE LABORATORIO.

Este mes se publicó un artículo que pone en duda que el origen del coronavirus que ha causado la pandemia que vive el planeta actualmente sea de origen animal.

El escritor y periodista Nicholas Wade, quien ha laborado antes con The New York TimesScience y Nature, publicó un artículo en el Bulletin of Atomic Scientists, en el que vuelve a poner sobre la mesa que es más probable que el origen del virus esté dentro de un laboratorio.

Esto, a partir de una investigación que, según él, demuestra que no se puede descartar esto debido a que hubo falta de controles, conflicto de interés y complicidad entre el régimen chino y en el mundo científico.

Uno de los puntos que aborda Wade es que no hay evidencia que muestre que la evolución natural del virus que afecta a los murciélagos pasó a las personas.

“Nadie ha encontrado la población de murciélagos que fue la fuente del SARS-2, si es que alguna vez infectó a los murciélagos. No se ha presentado ningún huésped intermedio, a pesar de una búsqueda intensiva por parte de las autoridades chinas, que incluyó la prueba de 80.000 animales”, dijo.

Para Wade, “la teoría de la emergencia natural lucha contra una serie erizada de inverosimilitudes”.

Además menciona que está documentado que investigadores del Instituto de Virología de Wuhan realizaban experimentos para hacer que los coronavirus infecten células humanas y ratones humanizados.

“Este es exactamente el tipo de experimento del que podría haber surgido un virus similar al SARS-2. Los investigadores no estaban vacunados contra los virus en estudio y estaban trabajando en las condiciones mínimas de seguridad de un laboratorio. De modo que la fuga de un virus no sería nada sorprendente. En toda China, la pandemia estalló en la puerta del instituto de Wuhan. El virus ya estaba bien adaptado a los humanos, como se esperaba de un virus cultivado en ratones humanizados. Poseía una mejora inusual, un sitio de escisión de furina, que no está poseído por ningún otro beta-coronavirus relacionado con el SARS conocido, y este sitio incluía un codón doble de arginina también desconocido entre los beta-coronavirus. ¿Qué más evidencia podría desear, además de los registros de laboratorio actualmente inalcanzables que documentan la creación del SARS2?”, indicó en su artículo.

Además menciona que hay conflictos de intereses. Puso de ejemplo que Peter Daszak, presidente de EcoHealth Alliance y miembro del equipo de la OMS, fue a China y descartó el origen de laboratorio.

Sin embargo, Wade recuerda que Daszak antes de la pandemia hablaba de lo fácil que era manipular y modificar genéticamente los coronavirus en laboratorio, además de que financió investigaciones que se realizaban en el Instituto de Virología de Wuhan, con fondos del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE. UU.

Wade agrega que todos los virólogos también pueden tener conflictos de intereses porque algo así podría acabar o disminuir de gran manera la inversión en investigaciones. Si se llegara a mostrar que sí se escapó de un laboratorio, afectaría su profesión, y no solo en China, luego de ‘jugar’ un juego peligroso en laboratorios.

Aunque también señala que hay especialistas que tienen un interés significativo para buscar el origen real, como una muestra de confianza al público.

Wade también envió una crítica a los medios masivos de Estados Unidos, ya que afirma que el hecho de tener una línea anti Donald Trump llevó a dejar completamente a un lado que esto sea posible solo porque el entonces mandatario lo había dicho.

Wade habló con Richard H. Ebright, biólogo molecular de la Universidad de Rutgers y experto en el área, y acordaron que las investigaciones que hacía Shi Zhengli, directora del Instituto de Virología de Wuhan, sobre los coronavirus en murciélagos y las proteínas de espícula (spike) que permiten entrar a las células que ataca fueron probadas en cultivos de células y en ratones humanizados. Además de que los niveles de seguridad en la experimentación eran bajos.

“Todavía no se puede afirmar que generó o no el SARS-2 en su laboratorio porque sus registros han sido sellados, pero parece que ciertamente estaba en el camino correcto para hacerlo”, añadió el experto, quien agrega que para descartarlo o no que sea un virus de laboratorio se debería tener acceso a los informes del laboratorio.

“Si la pandemia hubiera comenzado infectando a las personas que viven alrededor de las cuevas (de murciélagos en Yunnan, en el sur de China), eso favorecería fuertemente la emergencia natural. Pero la pandemia estalló en Wuhan, a casi 1.500 kilómetros de distancia”, en una época del año en que los murciélagos entran en hibernación. En el escenario de emergencia natural, es difícil ver cómo el virus estalló naturalmente en algún lugar fuera de Wuhan y luego apareció en la ciudad sin dejar ningún rastro de su origen en otro lugar”, dijo Wade.

“Cuando vi por primera vez el sitio de escisión de la furina en la secuencia viral, con sus codones de arginina, le dije a mi esposa que era la prueba irrefutable del origen del virus. Estas características suponen un poderoso desafío a la idea de un origen natural para SARS-2″, dijo el virólogo David Baltimore, expresidente de Caltech y descubridor de una enzima usada en las pruebas de PCR, según Wade.

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