El expresidente de Bolivia, Evo Morales, fue inhabilitado y no podrá participar en las elecciones de octubre como candidato a senador.
De acuerdo con una publicación del diario boliviano Página Siete, la sala constitucional del Tribunal Departamental de Justicia (TDJ) de La Paz ratificó este lunes la inhabilitación que había decidio antes el Tribunal Supremo Electoral (TSE) del país.
Morales, actualmente con asilo político en Argentina -desde diciembre-, quería participar en los comicios para ser primer senador por Cochabamba, pero según el TSE, había incumplido el requisito de residencia permanente de dos años en el lugar en el que se postulaba.
El Tribunal Supremo Electoral estableció que desde el domingo pasado se iniciaban las campañas con “características especiales”, debido a la emergencia sanitaria por el COVID-19 y en momentos en que el país andino aún sufre los embates de la enfermedad que postergó los comicios tre veces, lo que desencadenó fuertes protestas de sectores afines a Morales, quien asumió desde Argentina el cargo de jefe de campaña de su partido político, el Movimiento Al Socialismo (MAS).
El exministro de Economía y candidato por el MAS, Luis Arce, y el expresidente Carlos Mesa encabezan las preferencias en los sondeos, y ambos realizaron caravanas en la jornada.
El partido de la presidenta interina y candidata, Jeanine Áñez, fue el primero en relanzar su candidatura y ha ido calentando motores hace dos semanas en eventos públicos en los que ha atacado a sus principales adversarios y punteros en las encuestas de opinión.
“Esta es la campaña que más tiempo ha durado en la historia del país», apuntó a la agencia AP Jorge Dulón, politólogo y profesor en la Universidad Católica Boliviana.
Para Dulón, durante este tiempo los principales candidatos fueron “golpeados” por diferentes temas. Mencionó que en el caso de la mandataria interina ha tenido que lidiar con cuestionamientos sobre la forma como afrontó la crisis de salud a raíz del coronavirus y por denuncias de corrupción.
“Ella y su gente piensan que endureciendo el discurso contra Mesa y Arce, puede alcanzarlos», expresó. Mientras tanto, el analista estima que la denuncia en la que presuntamente Morales mantuvo una relación con una menor cuando era presidente “se verá reflejado en el apoyo a Arce”.
Las críticas a Mesa son por no tener una posición frente a los conflictos sociales, añadió Dulón.
Bolivia trata de zanjar una crisis política tras la violenta convulsión de fines del año pasado que dejó 36 muertos y obligó a renunciar a Morales tras ser acusado de fraude en las elecciones en las que buscaba un cuarto mandato. Posteriormente, Áñez asumió la presidencia de forma interina con la misión de llamar a nuevos comicios. (
