EL MULTIMILLONARIO TOM STEYER PRESENTA SU CAMPAÑA DEMÓCRATA PARA LA PRESIDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS.

El anuncio llega meses después de haberlo descartado. Steyer es el mayor donante privado del Partido Demócrata y apoya las políticas más izquierdistas

El multimillonario y activista Tom Steyer anunció este martes que se presenta a las primarias demócratas para presidente de Estados Unidos, seis meses después de haberlo descartado públicamente. Steyer se une así a unas primarias en las que hay otros 22 candidatos. Será el más rico de ellos, pero también uno de los más radicales en cuanto al rumbo que debe llevar el partido. Steyer lleva años construyendo un movimiento de base a través de su activismo contra el cambio climático y azuzando a congresistas demócratas para que lancen un impeachment contra Donald Trump.

“Si crees que hay algo absolutamente fundamental, lucha lo más fuerte que puedas y que sea lo que tenga que ser. Eso es exactamente lo que estoy haciendo”, dice Steyer en un vídeo publicado en redes sociales. La entrada de Steyer en la carrera demócrata es una sorpresa. El último en hacerlo había sido el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio. Después de meses de especulaciones y de dejar correr rumores sobre sus ambiciones, Steyer anunció públicamente el pasado mes de enero que no se iba a presentar a presidente.

Steyer dijo entonces que planeaba concentrarse en sus dos proyectos de activista, especialmente la petición pública para que el Partido Demócrata inicie en la Cámara de Representantes el impeachment a Donald Trump. Steyer es muy crítico con las dudas del liderazgo demócrata en Washington en ese sentido. Su petición online ya tiene más de siete millones de firmas. En enero dijo que pensaba utilizar 40 millones de dólares en una campaña que básicamente consiste en dar charlas por todo el país y construir una masa crítica de votantes para presionar a los demócratas en sus propios distritos.

En una entrevista con EL PAÍS el pasado octubre, Steyer aún dejaba abierta la puerta a presentarse a presidente, dependiendo de cuál fuera la dirección que tomara el partido después de las elecciones legislativas, en las que obtuvo un éxito rotundo y logró la mayoría en la Cámara de Representantes. “No sé lo que va a pasar en noviembre y dónde nos vamos a encontrar”, decía entonces. Steyer citaba la urgencia del cambio climático. “La pregunta es qué puede hacer cada uno para tener el máximo impacto. Eso es lo que voy a hacer, y aún no sé lo que es. No hace falta ser privilegiado y norteamericano, basta con tener humanidad”.

Un portavoz de Steyer citado por The New York Times afirmó que el inversor planea gastar alrededor de 100 millones de dólares en su campaña a presidente. Eso cambia por completo el panorama económico de la campaña. Es más de lo que han recaudado hasta ahora Joe Biden, Kamala Harris, Elizabeth Warren y Pete Buttigieg juntos.

Steyer considera que Donald Trump es una emergencia nacional y debe ser combatido con toda la fuerza institucional que puedan tener los demócratas. Sus otros dos grandes temas son la urgencia por actuar contra el cambio climático y la necesidad de acabar con la influencia del dinero en la política. Steyer ha construido una organización llamada NextGen America que comenzó como un instrumento para organizar a jóvenes en el activismo contra el cambio climático. En las elecciones de 2016, NextGen se había convertido en un movimiento de base que realizó, según sus responsables, la mayor labor de registro y movilización de votantes que se haya visto en Estados Unidos. Lo hizo además en carreras clave, para echar de escaños y gobernaturas a republicanos concretos. Steyer gastó 75 millones de dólares en esa campaña. NextGen registró alrededor de 750.000 votantes nuevos en California. Los republicanos sufrieron la mayor derrota desde tiempos de Richard Nixon y perdieron hasta siete escaños en California. Algunos de ellos no votaban demócrata desde los años 30.

Steyer llevó su influencia también a competiciones concretas en el resto del país, como el intento de Andrew Gillum por ser gobernador de Florida. En general, apoyó siempre al candidato que más podía marcar las diferencias con el Partido Republicano en asuntos como cambio climático, impuestos o sanidad. En la entrevista con EL PAÍS, Steyer decía que los demócratas debían renunciar a ganar a votantes que aún dudan si les gusta Trump o no, y concentrarse en los que se sienten abandonados. “No te pases la vida intentando ser todo lo republicano que puedas sin ser republicano. Vamos a ver si podemos convencer al 55% de norteamericanos que ni siquiera creen que el sistema funcione”.

No está claro cuál es el camino a la nominación que ve Steyer. Rechazar el dinero de los millonarios y las grandes corporaciones se ha convertido en un mantra del Partido Demócrata. Para aparecer en el siguiente debate presidencial, a finales de julio, es necesario tener 65.000 donantes o tener más de un 1% de intención de voto en tres encuestas. Para los debates de octubre, cuando se espera que la campaña vaya más allá de darse a conocer, hará falta tener 130.000 donantes o más del 2% en las encuestas.

Tom Steyer nació en Nueva York y tiene 62 años. Hizo su fortuna como gestor de fondos en California. En 2012, se salió del negocio con una fortuna personal de 1.600 millones de dólares, según el cálculo de Forbes. Es uno de los firmantes de The Giving Pledge, por el que multimillonarios se comprometen a donar la mitad de su fortuna en vida a causas benéficas. Retirado del mundo financiero, está utilizando su fortuna para el activismo político, especialmente el cambio climático. En las presidenciales de 2016, fue el mayor donante privado del Partido Demócrata. Reside en San Francisco.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *