DOS CASAS AFECTADAS TRAS NUEVA EXPLOSIÓN DE GRANADA EN BASTIÓN POPULAR.

La noche de martes pasado los moradores de la mz. 1479 del bloque 10 de Bastión Popular, en el noroeste de Guayaquil, nuevamente fueron testigos de la detonación de un artefacto explosivo.

Es la quinta vez que ocurre esto en los últimos nueve meses.

En esta ocasión dos casas fueron afectadas. Una vecina, que evitó dar su nombre por seguridad, contó que la explosión fue en la mitad de la calle, sin embargo, las esquirlas cayeron en varias casas. En una de las viviendas el artefacto afectó el techo de la cocina y en la otra el techo de una habitación dañando un televisor y un espejo.

Los dueños de los inmuebles encontraron fragmentos redondos de acero que atravesaron las planchas de zinc. Entregaron estos a los peritos de Criminalística para que sean analizados y se investigue la procedencia del explosivo.

Los vecinos mencionaron que antes de la detonación, a una cuadra del lugar, se dio una balacera entre bandas dedicadas al microtráfico. Ellos presumen que estos hombres lanzaron el explosivo para advertir a la banda enemiga.

Hace una semana, en el bloque 9 de Bastión Popular lanzaron por segunda vez explosivos artesanales contra una vivienda de la zona. Uno de ellos explotó y afectó el techo.

La misma vivienda fue atacada con explosivos en septiembre pasado. Ahí vivía un hombre que acababa de salir de la Penitenciaría.

Durante el 2021, entre los bloques 9 y 10 de Bastión se han lanzado cinco artefactos explosivos. Ninguno había explotado hasta la madrugada del pasado miércoles.

Según cifras de la Policía Nacional, desde enero del 2021 se habían realizado unas 20 explosiones controladas de granadas y otros explosivos en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón).

A los policías les preocupa cómo las bandas organizadas tienen acceso a armamento de uso militar que milagrosamente no ha dejado heridos.

El general Fausto Buenaño, comandante de Policía de la Zona 8, indicó el año pasado que estos artefactos ingresarían por la frontera sur, por eso destacó la importancia de controlar los pasos clandestinos que son aprovechados por las bandas.

Los agentes también investigan si estos explosivos estarían relacionados con carteles internacionales para la guerra del control del narcotráfico en Guayaquil, pues Inteligencia presume que desde que en febrero pasado se dieron las primeras masacres en las cárceles, en las que murieron 80 reos, los carteles mexicanos armaron a las bandas locales para que puedan defenderse.

Los Choneros trabajan para el cartel de Sinaloa, mientras que los Tiguerones y Lobos trabajan para Jalisco, Nueva Generación.

Pero desde México no solo habría abastecido de granadas a las bandas ecuatorianas, sino de armamento de última tecnología, como los fusiles de uso militar hallados meses atrás en Los Vergeles, durante el decomiso de casi 10 toneladas de cocaína.

FUENTE: DIARIO EL UNIVERSO.

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