DONALD TRUMP AMENAZA CON CERRAR LA FRONTERA SUR SI MÉXICO NO DETIENE LA OLA MIGRATORIA.

El presidente de EE UU urge al Congreso a fortalecer las leyes migratorias en plena escalada en la llegada de familias sin papeles.

Cerrar la frontera entre Estados Unidos y México se ha convertido en una amenaza habitual del presidente Donald Trump. Lo advirtió en octubre, lo cumplió por unas horas en noviembre y volvió a insistir en diciembre, pero este viernes ha fijado un plazo para llevarlo a cabo: si su vecino del sur no detiene “de inmediato toda la inmigración ilegal” que está intentando ingresar a EE UU, cortará el paso la próxima semana, según aseguró a través de su cuenta de Twitter. La radical medida -antes de la era trumpiana se aplicó por última vez el 11-S- llega en una semana en que la guardia fronteriza denunció el colapso del sistema. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por su siglas en inglés) aseguró que, al ritmo que van, marzo acabará con 100.000 detenciones, la cifra más alta en más de una década.

«Los demócratas nos han dejado con las leyes de inmigración más débiles del mundo entero. Las de México son las más restrictivas, y ganan más de 100.000 millones al año a costa de Estados Unidos», publicó Trump en la red social, aclarando que el coste que le supondría al país liderado por Andrés Manuel López Obrador es “mucho menos” que las ganancias obtenidas por los tratados comerciales entre ambos países. «Por lo tanto, el Congreso debe cambiar ahora estas leyes, mientras México debe evitar que los ilegales entren. Si no detienen inmediatamente toda la inmigración ilegal que entra en Estados Unidos a través de nuestra frontera sur, cerraré la frontera, o grandes secciones de la frontera, la próxima semana”, tuiteó el republicano recrudeciendo las amenazas lanzadas a lo largo de la semana sobre este tema.

La CBP explicó este miércoles que la mayoría de los migrantes (65%) son familias con niños que simplemente se entregan a los agentes, mientras que el resto son adultos solos que intentan evitar la detención, “incluidos aquellos con antecedentes penales”. El aumento en los grupos familiares que solicitan asilo ha provocado el «colapso» de los centros de detención, según las autoridades, porque están obligados a abrir un procedimiento legal para cada caso. Algo que puede tardar meses o incluso años en resolverse. Sin embargo, aunque la llegada de las familias ha aumentado, el número de migrantes que cruzan ilegalmente la frontera con México se encuentra lejos de su máximo de hace dos décadas.

La presión de Trump al Congreso llega semanas después de que declarara una emergencia nacional en la frontera acusando una crisis de drogas e inmigración ilegal. La jugada del republicano -que el Congreso intentó revertir sin éxito- le permite usar sus poderes especiales para dotarse de los fondos públicos que necesita construir el muro con México. Su proyecto estrella durante la campaña que siempre dijo que pagarían ellos. El comisario McAleenan, alimentando el discurso trumpista, culpó el miércoles de “la crisis” a los contrabandistas y a las leyes de los estadounidenses que, según él, fomentan la migración ilegal, ya que “prácticamente garantizan que sean liberados en EE UU”. Los agentes fronterizos sostienen que El Paso atraviesa la situación de hacinamiento más peligrosa, con centros de detención ocupados en un 300% o 400% sobre su capacidad.

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