DEMÓCRATAS ACUSAN A DONALD TRUMP DE ABUSO DE PODER Y OBSTRUCCIÓN.

Los legisladores anuncian los cargos formales dentro del ‘impeachment’ por el escándalo de Ucrania.

Los demócratas han anunciado este martes por la mañana los dos cargos que presentarán contra Donald Trump dentro del proceso de impeachment (o destitución) abierto a raíz del escándalo de Ucrania. El presidente, tercero en la historia de Estados Unidos que se enfrenta a este proceso, es acusado de abuso de poder y obstrucción al Congreso; lo primero, por presionar a un país extranjero para supuestamente obtener un beneficio político de cara a las elecciones de 2020 y lo segundo, por torpedear la investigación.

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, compareció ante la prensa a las nueve de la mañana junto a los primeros espadas del partido en el Congreso, el presidente del Comité Judicial, Jerrold Nadler, y el de Justicia, Adam Schiff, entre otros, para anunciar de forma solemne la presentación de cargos, o lo que formalmente se conoce como los artículos del impeachment. «No nos tomamos esta acción con ligereza», afirmó Nadler, encargado de leer los cargos. «Es una ofensa procesable para un presidente ejercer los poderes de su cargo para obtener un beneficio personal inapropiado ignorando o perjudicando el interés nacional. Eso es exactamente lo que hizo el presidente Trump cuando presionó a Ucrania para que interfiriera en las elecciones presidenciales de 2020», añadió.

El impeachment, un procedimiento extraordinario contemplado en la Constitución de EE UU para destituir a un presidente cuando comete un delito o falta grave, ha echado a andar gracias a la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, que es la que tiene la potestad de activarlo. La investigación comenzó el 24 de septiembre, cuando salieron a la luz las maniobras de Trump para lograr que la Justicia de Ucrania anunciase investigaciones que le favorecerían ante las elecciones presidenciales de 2020: una, sobre su rival político, el exvicepresidente y precandidato demócrata Joe Biden, y su hijo Hunter, por sus negocios en aquel país; y otra, sobre una teoría conspirativa de las elecciones de 2016 que perjudica a los demócratas.

Los demócratas han optado por simplificar el proceso al apostar por solo dos cargos, menos que los presentados en su día contra Bill Clinton o contra Richard Nixon, y ha excluido el posible delito de obstrucción a la justicia derivado de otra investigación, la de la trama rusa.

Si se cumple el calendario oficioso, la votación en el pleno de la Cámara tendrá lugar la próxima semana y de ahí pasará al Senado, que es la Cámara que vota sobre el veredicto final y presumiblemente absolverá a Trump gracias a la mayoría republicana. «Alguien podría preguntar por qué no esperamos», apuntó, por su parte, Adam Schiff, en referencia a quienes cuestionan el uso del impachment para estos acontecimientos y abogan por dejar el futuro de Trump en manos de los votantes en noviembre de 2020, pero «eso significa permitirle hacer trampas durante este tiempo».

El lunes, en una sesión maratoniana en el Capitolio, los abogados de los demócratas alegaron que las pruebas de abuso de poder por parte de Trump resultan “abrumadoras” y su actuación supone un riesgo para las elecciones de 2020. Mientras, los asesores republicanos denunciaron la “obsesión” de los demócratas en deshacerse de Trump como sea. Por la noche, la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, se reunió con el presidente del Comité Judicial, Jerrold Nadler, y con el de Asuntos Exteriores, Eliot L. Engel, para poner en marcha la nueva fase del proceso.

Esta semana, los 41 legisladores del Comité Judicial analizarán las pruebas y, previsiblemente, votarán a favor de presentar cargos gracias a la mayoría demócrata (24 a 17) del comité.

La primera vez que la Cámara de Representantes tuvo que pronunciarse sobre este caso, el pasado 31 de octubre, para votar las reglas de juego por las que se regirá el procedimiento y poner en marcha su fase formal, ya evidenció lo tribal del asunto: 231 congresistas demócratas y un independiente votaron a favor de la investigación, mientras que 194 republicanos y dos demócratas lo hicieron en contra. En el Senado, donde hacen falta dos tercios de los votos para destituir a un presidente (67 de 100 escaños) el futuro está más o menos escrito, pues los republicanos son mayoría (53 votos, frente a 47 demócratas, incluyendo a dos independientes) y hoy por hoy no se prevén deserciones.

Dentro de la presión a Kiev, resulta clave esclarecer si el presidente utilizó las ayudas militares y una reunión bilateral con el presidente Volodímir Zelenski como moneda de cambio para lograr sus fines con el objetivo de obtener réditos electorales ante las elecciones presidenciales de 2020.

Una conversación telefónica entre Trump y Zelenski el pasado verano demuestra que el estadounidense pidió insistentemente a su homólogo ucranio que iniciara las investigaciones, aunque los republicanos defienden que lo hizo de buena fe, preocupado por la corrupción, sin ofrecer contrapartidas. Otros diplomáticos y asesores sí señalan que se usaron las ayudas militares —que pasaron más de un mes congeladas sin explicación— y la reunión entre los mandatarios como moneda de cambio, una presión canalizada a través del abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, pero sin registros de una orden directa y explícita por parte del mandatario.

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