Los comicios, que fueron postergadas tres veces por la pandemia, reemplazan a los de octubre de 2019, que derivaron en protestas que condujeron a la renuncia de Morales y que luego fueron anulados.
Con un compromiso a respetar los resultados de las elecciones del 18 de octubre concluyó este domingo el principal debate en Bolivia entre los candidatos presidenciales donde no participó Luis Arce, quien encabeza las encuestas.
“Vamos a respetar el resultado de esta elección porque creemos en el Tribunal Electoral, porque tenemos conciencia de que va a llevar adelante un trabajo adecuado con una observación internacional que lo verifique y vamos a pedirle a nuestors militantes que hagan lo propio”, afirmó el candidato centrista Carlos Mesa, segundo en la preferencia electoral.
Luis Arce, delfín de Evo Morales, no asistió pretextando que, a la misma hora del debate, ya tenía comprometida una entrevista con una red televisiva.
Aunque dicha red mostró disposición a reprogramar la entrevista, Arce mantuvo su negativa y apareció en dicha emisora al mismo tiempo que se desarrollaba el debate nacional.
Tampoco asisitó al debate Luis Fernando Camacho de la alianza Creemos argumentando que otros actores “ya habían cancelado”. Camacho es tercero en las preferencias electorales.
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“Lamentamos las ausencias de los candidatos que no nos están acompañando. Ellos están perdiendo la oportunidad de exponer y contrastar sus ideas con otros que piensan diferente”, dijo la periodista Miriam Claros, moderadora del evento.
Los podios de ambos candidatos permanecieron vacíos durante la realización del debate.
Sin Arce y sin Camacho, el debate quedó reducido a la presencia uno solo de los candidatos con mayores posibilidades de ganar los comicios, el centrista Carlos Mesa. Los restantes cuatro concentran menos del 5% de la preferencia electoral.
El evento generó muchas expectativas, sin embargo no alcanzó niveles de profundidad en el debate y los participantes se mostraron muy respetuosos unos de los otros, censuraron la ausencia de Arce, entendida como una falta de compromiso con los valores democráticos.
El sábado, Arce y Camacho habían participado con los demás candidatos en otro foro donde expusieron sus propuestas pero no confrontaron ideas.
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La credibilidad del debate de este domingo radicaba en que fue organizado por instituciones de gran reputación como la Asociación Nacional de Periodistas, la Confederación de Empresarios Privados, la Fundación Jubileo, la Universidad Mayor de San Andrés y una red de numerosos medios de comunicación.
El debate electoral fue el primero en 18 años, pues durante su período de gobierno (2006-2019) el expresidente Evo Morales no asistió a ningún diálogo con sus contendores políticos argumentando que solamente “debatía con el pueblo”.
Las elecciones presidenciales y legislativas de este año, que fueron postergadas tres veces por la pandemia, reemplazan a los comicios de octubre de 2019, que derivaron en protestas que condujeron a la renuncia de Morales y que luego fueron anulados.
