WILMAN TERÁN ASUME LA PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA.

Wilman Terán Carrillo arrancó formalmente los 23 meses que le restan como presidente titular del Consejo de la Judicatura (CJ), órgano de gobierno, administración, vigilancia y disciplina de la Función Judicial.

La mañana de este jueves, el nuevo titular de la Judicatura fue posesionado en la Asamblea Nacional. Hasta allí llegó acompañado del presidente de la Corte Nacional de Justicia (CNJ), Iván Saquicela.

“Este momento de posesión es un acto histórico. Por primera vez en la historia un magistrado que ha venido desde el primer nivel de la magistratura, desde juez de primer nivel, pasando por todos los niveles hasta llegar a ser juez nacional, hoy preside el CJ. Por lo tanto, es la presidencia de todo el sistema judicial para llegar a recomponer este tejido social. Infinitamente gracias, Función Judicial del Ecuador. No defraudaremos al país”, señaló Terán.

Inmediatamente, quien fue designado el lunes último con el voto unánime de los siete nuevos integrantes del Consejo de Participación Ciudadana como vocal titular y presidente del CJ se trasladó al edificio matriz de la institución que liderará hasta enero del 2025.

Allí lo recibieron el presidente saliente de la Judicatura, Álvaro Román, y los vocales Maribel Barreno, Juan José Morillo, Xavier Muñoz y Elsy Celi, vocal suplente de Fausto Murillo, quien hasta finales de enero y por casi un año ocupó la presidencia temporal del organismo en lugar de María del Carmen Maldonado, funcionaria que renunció al cargo el 2 de febrero de 2022.

Román, luego de felicitarlo y darle la bienvenida, entregó en manos de Terán un informe de gestión que incluía lo hecho en su corto periodo y del también expresidente temporal Murillo. El ahora expresidente del CJ señalaba que el informe que se le entregaba a Terán sería un insumo para que él pueda darse cuenta de que la Judicatura es “sumamente importante” para el funcionamiento de las funciones del Estado y es muy valioso para la Función Judicial.

“Ya no es momento de tanto discurso, hay que viajar de las palabras a los hechos. (…) La Función Judicial va a caminar hacia esa visión de innovar, de demostrar que ese trabajo puede estabilizar una democracia, a través de la gestión del órgano de gobierno y de disciplina que ejerce el CJ. Ello es lo que garantizará esa seguridad jurídica tan anhelada por los usuarios del sistema de justicia. Eso es lo que va a fortalecer a la Función Judicial como invencible”.

Esas fueron las primeras palabras que Terán emitió frente a los vocales que integran el pleno del Consejo de la Judicatura. A ellos les dijo que eran hombres y mujeres valiosos que deben mantenerse unidos, como un solo puño, sin divisiones, sin revanchismos y sin posturas egoístas. “Todo ello que se va a realizar no será en interés personal, pues aquí hemos hecho cada una de las dignidades una entrega absoluta hacia la ciudadanía”.

Respecto al malestar y las denuncias por jueces que estarían tomando decisiones apartadas al derecho y la justicia, el presidente Terán explicó que “casa adentro”, acorde lo que disponen las normativas y los reglamentos, ellos sabrán responder adecuadamente a cada actividad. Lo que sí relató es que no porque un fallo le guste o no a un ciudadano puede ser malo o bueno, pues ese fallo, indicó, es revisable. “Aquí está el CJ para ese control disciplinario”.

Por otra parte, pese a que Terán se refirió a que hay muchas falencias que requieren ser atendidas en la Función Judicial, dijo estar seguro de que el presidente de la República sabrá direccionar de manera adecuada para que doten del presupuesto adecuado. Él tiene claro que todos deben remar por la institucionalidad del Estado, sin persecuciones, sin revanchismos y sin antagonismos.

Para Terán, una de las principales tareas dentro de los ejes de gestión es la evaluación. De ella dijo que es una dinámica permanente y constante, la cual ayuda a afinar las tuercas de gestión en el buen gobierno de la Función Judicial. Pese a que la evaluación es innegable, aclaró que explicar en este momento las dimensiones de la misma evaluación sería apresurado y prematuro.

“Mi objetivo es poder entregar una Función Judicial fortalecida que genere la confianza ciudadana. Que cada ciudadano tenga la seguridad de que pueda dormir en casa, de que sus bienes están asegurados, de que hay una justicia independiente e imparcial. Eso debe de velar sobremanera el CJ”, concluyó.

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