A pesar de los múltiples llamados de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que cuando arrancara la vacunación contra el COVID-19 prevaleciera la igualdad y no el acaparamiento, las cifras del avance de la vacunación demuestran lo opuesto y a casi dos meses de haber empezado a inmunizar aún hay países que no han adquirido ni una dosis.
La vacuna de Pfizer-BioNTech fue la primera en comenzar a aplicarse en el Reino Unido y es también la única hasta ahora que ha recibido el aval de la OMS. No obstante, la de Moderna, la de AstraZeneca-Oxford, la rusa Sputnik V y otras de origen chino están llegando también a los países.
Reino Unido fue el primero en comenzar la inmunización masiva, el 8 de diciembre; pero en cuestión de solo días, Estados Unidos y China tomaron la delantera en cifras totales de inoculados a nivel mundial.
EE. UU., que puso su primera vacuna el 14 de diciembre, lleva la delantera. La cifra en la nación, donde el presidente Joe Biden llegó a reforzar la lucha contra el coronavirus, supera ya los 23,5 millones de vacunados entre sus más de 328 millones de habitantes.
Sin embargo, hace pocos días Nueva York reportó una escasez de dosis, por lo que las autoridades han pedido usar las dosis reservadas para la segunda dosis de la gente.
China es el segundo en la lista con más de 22,7 millones de personas que ya han recibido una dosis de la vacuna de la farmacéutica estatal Sinopharm. El país, de cerca de 1.400 millones de habitantes, prevé vacunar a 50 millones de personas antes de las vacaciones por el Año Nuevo lunar, que son del 11 al 17 de febrero.
Reino Unido está en la tercera posición en número de vacunados. El país, que esta semana alcanzó las 100.000 muertes a causa del virus y donde se originó una variante de la enfermedad que ha causado temor en el mundo por ser más contagiosa, ha inoculado hasta el momento a 7,6 millones de personas de sus más de 66 millones de habitantes. Para acelerar la vacunación, el país empezó a vacunar en farmacias privadas y catedrales.
En cuarto lugar se ubica Israel, país que ha sido reconocido por haber suministrado la primera dosis de la vacuna a más del 50 % del total de su población de 9 millones de personas, lo que lo convierte en el país que tiene el promedio de inoculados por habitante más alto a nivel mundial.
La rapidez de la vacunación en Israel, que ya supera los 4,2 millones de inmunizados, estaría ligada a una planificación eficiente y mucha voluntad política, que se presume está relacionada con el proceso electoral que se acerca.
Luego de Israel, aparecen los Emiratos Árabes Unidos con unos 2,7 millones de vacunados de sus casi 10 millones de habitantes. Le sigue India con 2,03 millones de inmunizados. El país empezó su vacunación el 16 de enero. La inmunización en India es considerada un reto colosal por sus más de 1.300 millones de habitantes y su posición económica.
En tanto, en la Unión Europea (UE) la vacunación ha avanzado de forma más lenta y ciertos países han denunciado el incumplimiento de contratos, lo que ha conllevado un retraso en la vacunación.
Hasta ahora, Alemania ha vacunado a 1,9 millones de personas, Italia a 1,58 millones, España a 1,3 millones y Francia a 1,14 millones, y fuera del bloque Rusia ya superó el millón de vacunados.
Por otro lado, en América Latina, Brasil lidera la vacunación con 1,13 millones de inmunizados, le sigue México con más 652.000, Argentina con más de 318.000 y Chile con más de 66.000. En cuanto al resto de países de la región, algunos han recibido un número reducido de dosis en primeros envíos, como Ecuador, que solo recibió 8.000 dosis; en otros casos como Perú y Bolivia las vacunas deberán llegar entre febrero y marzo.
En el caso de países centroamericanos o de extrema pobreza en África, la llegada de las vacunas está sujeta a la iniciativa Covax, que aún no tiene una fecha prevista para iniciar la distribución.
Solo 25 dosis se han aplicado en Guinea
Guinea lanzó el último día del 2020 su campaña experimental de vacunación contra el coronavirus con la vacuna rusa Sputnik V. El país africano, que ordenó apenas 55 dosis y aplicó 25, se convirtió en uno de los primeros países pobres en vacunar. La reducida cantidad de dosis que adquirió consternó a la OMS; su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió un reparto más justo a nivel mundial.
