UNIVERSIDADES NO RECIBIRÁN MÁS PRESUPUESTO PARA AUMENTAR CUPOS.

Desde 2023, el proceso de ingreso a las universidades públicas dejará de estar a cargo de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) y pasará a manos de cada universidad.

Así lo establece el nuevo Reglamento a la Ley Orgánica de Educación Superior que firmó el presidente Guillermo Lasso, con el que eliminó el examen Transformar.

La titular de la Senescyt, Andrea Montalvo, explica que la decisión de traspasar la competencia a las universidades se debe a que “el Estado debe acompañar el proceso de admisión, pero no hacerlo. Era un gran error hacer lo que debían hacer las instituciones”.

La funcionaria admite, sin embargo, que pasar el proceso de admisión a las universidades “no soluciona el tema de cupos”. Eso significa que las universidades no podrán ofertar más plazas, aunque manejen su propia metodología de ingreso.

Eso porque las instituciones de educación superior no contarán con un mayor presupuesto, pues asegura que un proceso de admisión no supone un costo desmesurado.

“Recogimos procesos de admisión de más de USD 2 millones. En esta gestión redujimos un proceso de nivelación de USD 600.000 a un proceso con el apoyo de la empresa privada y de expertos pedagógicos y psicométricos, que costó USD 6.000”, señala.

Con este cambio, la Senescyt se limitará a monitorear los procesos que implementen las instituciones educativas para garantizar su legalidad y que no existan actos de corrupción al momento de entregar los cupos. Aunque aclara que brindará apoyo a las universidades que lo requieran.

Montalvo sostiene, por el contrario, que el aumento de cupos puede llegar con dos herramientas que brinda el nuevo reglamento:

Simplificación de trámites para la aprobación de nuevas carreras físicas y on-line y de nuevas modalidades de estudio. Además, entrega facilidades para que las instituciones de educación superior inauguren más extensiones universitarias.

Facilita la gestión financiera para que las universidades sean autosustentables.

Hasta el momento, pocas las autoridades universitarias que se han pronunciado al respecto.

La rectora de la Universidad de Cuenca, María Agusta Hermida, sí lo hizo. Dijo que la eliminación de la prueba Transformar no implica una mayor oferta de cupos. “Para hacerlo se necesitan recursos económicos para mejorar y ampliar la infraestructura física, tecnológica y para la contratación de a profesores”.

Desde la Universidad Central señalan que el tema aún es analizado por sus autoridades para medir el impacto.

Según Senescyt, cada semestre el 50% de aspirantes a un cupo universitario no lo consigue y se queda fuera del sistema universitario.

¿Qué opciones pueden aplicar las universidades?

Aún no está definida la metodología que utilizarán las universidades para el ingreso de los estudiantes, aunque desde la Senescy barajan, al menos, tres posibilidades.

Andrea Montalvo, titular de la entidad, dice que una alternativa es que se apliquen exámenes por campo de conocimiento para cada carrera y no exámenes generales. Es decir, que cada facultad tome su propia prueba para calificar las aptitudes de los aspirantes.

La otra tiene que ver con la implementación de semestres propedéuticos. Los estudiantes deben aprobar un curso de seis meses en la misma universidad para ingresar al primer semestre.

Mientras que la otra opción es que las universidades admitan a los estudiantes únicamente con la nota del examen de grado que se aplica el último año de colegio.

Montalvo también cree que los bachilleres deben optar por carreras técnicas en las que se reduce el tiempo de estudio para que puedan insertarse de forma más rápida al mercado laboral.

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