Siete países de la cuenca del Amazonas, todos salvo Venezuela, debaten este viernes las fórmulas para mejorar la coordinación y prevenir las crisis ambientales como la que en las últimas semanas ha reducido a cenizas miles de hectáreas de selva, principalmente en Brasil y en Bolivia. En medio de la emergencia de los incendios forestales se citaron a las puertas de la región, en la ciudad colombiana de Leticia, presidentes y representantes de Perú, Ecuador, Bolivia, Brasil, Surinam, Guyana y del país anfitrión. El objetivo consiste, al margen de las notables diferencias políticas entre estos Gobiernos, en establecer un mecanismo de cooperación.

Por ejemplo, se trata de «fortalecer la acción coordinada contra la deforestación, incluyendo la desarticulación de las redes delincuenciales y la lucha contra los delitos ambientales»; «coordinar e intercambiar información entre fuerzas de seguridad en temas de inteligencia para el desmantelamiento de las redes y organizaciones delictivas, así como para la judicialización de las estructuras de corrupción»; o «incrementar los esfuerzos asociados al monitoreo de la cobertura boscosa».

«Ya no vamos a estar apagando incendios, de manera literal, sino que nos vamos a adelantar», declaró al comienzo de esta minicumbre el ministro colombiano de Ambiente, José Ricardo Lozano. “La razón de ser de esa convocatoria tiene que ver con la importancia de la Amazonia, no solamente para los países amazónicos y para la región, sino para el mundo entero”, manifestó el ministro de Exteriores de ese país, Carlos Holmes Trujillo.

Estos Gobiernos pretenden ir más allá de los tratados bilaterales existentes. Lo explicó hace días el presidente anfitrión, Iván Duque. «Es cierto que en 1978 se firmó el Tratado de Cooperación Amazónica y después, en la década del 2.000, se creó la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, pero lo cierto es que han tenido el suficiente liderazgo presidencial», manifestó. Duque negocia hoy con sus homólogos de la región amazónica: el ecuatoriano Lenín Moreno; peruano, Martín Vizcarra; boliviano, Evo Morales; con el vicepresidente de Surinam, Michael Ashwin Adhin: y el ministro de Recursos Naturales de Guyana, que se incorporó a la reunión a última hora. Todos coincidieron en la necesidad de establecer una agenda común y de aterrizar las propuestas.

Duque incidió en la importancia de los recursos financieros y anunció que solicitará el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo. Vizcarra señaló que la protección de la Amazonia necesita un cambio de estrategia. «No podemos solamente quedarnos en declaraciones de buena voluntad. Tenemos que ir mucho más allá», señaló. Morales criticó la explotación masiva de los recursos naturales y exigió la incorporación al pacto del Gobierno de Nicolás Maduro a pesar de que el régimen ya ha roto relaciones con la mayoría de la comunidad internacional.

El mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, muy criticado por la gestión de la emergencia, no viajó a Leticia por motivos de salud e intervino por videoconferencia. Lo hizo con un discurso que reivindica la soberanía de la mayoría de la región amazónica, entre críticas al presidente francés, Emmanuel Macron, y asegurando que «la crisis se está utilizando como propaganda contra Brasil».

A falta de concreción sobre las medidas adoptadas y de las evidentes discrepancias, sin embargo, los participantes insistieron en la necesidad de un acuerdo, bautizado como Pacto por la Amazonia, que busca convertirse en una hoja de ruta para la salvaguarda de una región que abarca más del 25 % de la superficie del continente americano.