Rebeldes sirios abandonan Guta Oriental, a punto de caer en manos del régimen

Las fuerzas de Bashar Al Asad están cerca de alcanzar la victoria en Guta Oriental, último bastión insurgente a las puertas de Damasco que los rebeldes comenzaron a abandonar el lunes tras alcanzar un acuerdo con Rusia, gran aliado del régimen sirio.

Tras cinco semanas de intensos bombardeos que dejaron 1.600 civiles muertos, según una oenegé, todos los grupos insurgentes de Guta Oriental aceptaron abandonar sus territorios, una victoria crucial para el régimen de Bashar Al Asad.

En los últimos días, más de 46.000 personas, cerca de un 25% de ellas combatientes, llegaron a las regiones rebeldes de la provincia de Idlib, en el noroeste del país, indicaron las autoridades sirias.

Con estas evacuaciones auspiciadas por Rusia, el régimen sirio controla ahora el 95% de Guta, según datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), tras una ofensiva devastadora lanzada el 18 de febrero.

En Duma, la última ciudad rebelde de Guta, dominada por el grupo Jaish Al Islam, la evacuación de combatientes y de sus familias empezó este lunes a media jornada, indicó la televisión oficial siria.

El movimiento rebelde, que tendría unos 10.000 combatientes, no confirmó la información.

El acuerdo de evacuación anunciado el domingo por Rusia no fue todavía comentado por Jaish Al Islam. Según el OSDH, esta facción islamista está muy dividida y hay negociaciones en curso para convencer «al ala más radical de Jaish Al Islam de que no impida la aplicación del acuerdo con los rusos».

«Vamos a quedarnos en esta ciudad, no nos vamos a ir. Los que quieran que se vayan», dijo Esam Al Buidani, el jefe de la formación, en un vídeo publicado el domingo en internet, aunque no se pudo determinar cuando fue grabado.

«Doce autobuses que transportaban a 629 terroristas de Jaish Al Islam y sus familias salieron de Duma», dijo el lunes por la tarde la televisión oficial siria. El régimen califica de «terroristas» a todos los rebeldes

«Ya sea con un acuerdo de evacuación o aplastándole con bombas, para Asad lo que cuenta es extirpar a Jaish Al Islam de Duma, para siempre», asegura el investigador Nicholas Heras, del Center for New American Security.

Gracias al apoyo militar ruso, el régimen pudo dar un giro a la guerra que empezó en 2011 y acumula las victorias frente a los rebeldes y a los yihadistas, con lo que ahora controla más de la mitad del país.

AFP / ABDULMONAM EASSACiviles sirios evacuados de Duma llegan a Qalaat Al Madiq, en la provincia de Hama, el 2 de abril de 2018

La caída de Guta tras una intensa campaña de bombardeos y de combates es una de las peores derrotas para los rebeldes en siete años de guerra.

Preocupados por la situación, miles de habitantes de Duma ya huyeron en los últimos días hacia zonas bajo control del régimen a través de corredores abiertos por el ejército sirio.

Un convoy con más de mil personas salió de la ciudad el domingo por la noche hacia Idlib gracias a un acuerdo separado sobre los «casos humanitarios».

La guerra en Siria, que empezó con la represión de manifestaciones pacíficas, dejó más 350.000 muertos desde 2011 y millones de refugiados. Desde entonces se convirtió en un conflicto complejo que implica también a potencias extranjeras y a grupos yihadistas.

Fuente. AFP

 

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