PRIMERA VICTORIA DE ALBERTO FERNÁNDEZ EN EL CONGRESO ARGENTINO AL PASAR SU LEY CONTRA EL HAMBRE AL SENADO.

Diez días después de asumir la presidencia de Argentina, Alberto Fernández consiguió su primera victoria al lograr que la cámara baja del Congreso apruebe una declaratoria de emergencia económica. Aunque ahora pasará a ser debatida por el Senado.

La megaley intenta enfrentar el aumento de la pobreza (a 40% de la población), la recesión (-3,1% de caída del PIB en 2019), la deuda (que ronda el 90% del PIB) y la inflación (55% anual) con alzas de impuestos a sectores de las clases altas y medias, ensambladas con un plan de incentivos a la producción industrial y el comercio.

«Seis de cada diez niños argentinos están en la pobreza. No podemos perder más tiempo», dijo el diputado peronista Eduardo Bucca (oficialismo) al reclamar luz verde para la iniciativa. «Es mal camino concentrar tanto poder en el gobierno y la emergencia no se justifica», le respondió Mario Negri, uno de los líderes de la oposición.

La emergencia recibió la aprobación de 134 diputados -del oficialismo y otros bloques- frente a la negativa de 110 opositores, tras 16 horas de un debate este viernes que aún no finalizó.

Tras la media sanción a la ley en general, los parlamentarios discuten el superproyecto en particular, artículo por artículo, antes de girarlo a la Cámara Alta.

Solidaridad social.

«Solo nos importa que la solidaridad de los que más tienen ayude a aumentar los recursos para mejorar la situación de quienes la están pasando mal», dijo Fernández el jueves en Twitter.

El mandatario peronista procura urgente financiamiento para subsidiar un Plan contra el Hambre que entregará tarjetas alimentarias gratuitas a más de dos millones de personas, en una nación de 44 millones que sufre los peores indicadores económicos y sociales desde la gran crisis de 2001.

Al frente de una coalición de peronistas de centroizquierda y de centroderecha, Fernández venció por 48% a 40% en las elecciones del 27 de octubre al liberal Mauricio Macri, quien fracasó en su intento de reelección.

«La ley se llama de Solidaridad Social y es la palabra justa de lo que hace falta cuando la emergencia es económica, sanitaria, financiera, fiscal, previsional y de la deuda, entre otras», dijo el miembro informante del oficialismo, Carlos Heller.

En respuesta, el diputado opositor Luis Pastori dijo en el recinto: «Reconocemos que en estos 4 años (con Macri) cayó la economía y aumentó la pobreza y la inflación, con deuda pública con problemas de liquidez. Pero también bajó el déficit fiscal y el gasto público primarios y bajó la presión impositiva. El desempleo bajó un poco ¿Estamos realmente en emergencia?».

Fernández había lanzado un llamamiento a dar prioridad en sus primeros meses de gobierno a pobres, indigentes y más de 4,5 millones de jubilados que cobran salarios ínfimos.

Más deuda y fuga de capitales.

Argentina aumentó su deuda en más de 100.000 millones de dólares en 4 años, y sufrió una suma igual de fuga de capitales, según datos del Banco Central y ministerio de Hacienda.

Al perder el financiamiento de los mercados internacionales en 2018, Macri apeló a un megacrédito del Fondo Monetario Internacional (FMI) e impuso un duro cepo a la compra de dólares, refugio habitual de la clase media contra la inflación que devora el valor del peso, cuya depreciación acumulada es de 85% desde 2015.

Fernández mantuvo el tope de venta de apenas 200 dólares por persona por mes, además de fijar en la emergencia un impuesto de 30% a las compras de divisas y gastos en el exterior.

«Hay una realidad con la que hay que lidiar que es que el país no ha generado dólares», advirtió el ministro de Economía, Martín Guzmán.

Para incrementar los débiles ingresos fiscales, la ley aumenta a 33% el impuesto a la soja y derivados, el mayor producto exportable, lo que despertó tensión con las poderosas patronales agropecuarias.

El próximo paso de Fernández será profundizar la negociación con el FMI y acreedores privados para lograr un plazo de gracia de dos o tres años a pagos de la deuda, pues las arcas del Banco Central están exhaustas.

El presidente dijo haber recibido un país en «virtual default».

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