PRESIDENTE DE FRANCIA LANZA A SU MINISTRA DE SANIDAD A COMPETIR POR LA ALCADÍA DE PARÍS.

Agnès Buzyn sustituye a Benjamin Griveaux, que abandonó la carrera por un vídeo sexual por el que están siendo interrogados el artista ruso Piotr Pavlenski y su pareja.

El macronismo vuelve a tener candidato para París, la joya de la corona de las elecciones municipales francesas en marzo. Dos días después de la inesperada retirada de Benjamin Griveaux a causa de un vídeo de carácter sexual, la ministra de Salud, Agnès Buzyn, aceptó ayer asumir un reto que, aún antes de que estallara el escándalo, se presentaba difícil para el partido en el poder, La República en Marcha (LREM). Según ha anunciado el Elíseo, será sustituida en el Ministerio de Sanidad por el diputado y también médico Olivier Véran. La policía interrogaba mientras tanto por la difusión del vídeo al controvertido artista ruso Piotr Pavleski y a su pareja.

“Allá voy, tengo ganas. Voy para ganar”, dijo Buzyn (París, 57 años) en una declaración a la Agencia France Presse con la que puso fin a dos días de intensas reuniones del partido del presidente Emmanuel Macron para buscar un nuevo candidato. Su decisión sorprendió, ya que la propia Buzyn había declinado el viernes asumir la candidatura alegando una “agenda muy cargada”, entre otros motivos por la crisis internacional desatada por el coronavirus: Francia es el primer país que ha registrado una muerte por esta epidemia fuera de Asia.

Según la emisora France Info, fue el propio Macron el que acabó convenciendo a Buzyn para que diera el paso. Con esta médica de profesión, que saltó a la política en 2017 de la mano de Macron, la carrera por París de LREM podría dar un giro más al centroizquierda tras los guiños conservadores que había hecho Griveaux en las últimas semanas.

El anuncio de Buzyn coincidió con la confirmación por parte de la Fiscalía de París de que mantenía en detención preventiva a Pavlenski, de 35 años, y a su pareja, identificada por la prensa como la abogada de 29 años Alexandra de Taddeo. Ambos estaban siendo interrogados ayer en relación con un presunto “ataque a la intimidad de la vida privada” y “difusión sin consentimiento” de la persona afectada de “imágenes de carácter sexual”, en el marco de la investigación abierta el sábado, después de que Griveaux presentara una demanda “contra X” (es decir, sin identificar un culpable concreto) por la publicación del vídeo sexual que ha acabado con su carrera política.

La pareja había sido detenida el sábado en París. Pavlenski, un controvertido artista ruso —entre otras acciones artístico-políticas se ha cosido los labios, se ha cortado el lóbulo de una oreja y se ha clavado el escroto al pavimento de la plaza Roja— que reside en Francia como refugiado político desde 2017 y había reivindicado la difusión del vídeo, fue arrestado por otra causa, su presunta implicación en una violenta reyerta el 31 de diciembre, motivo por el cual la policía lo buscaba desde hace semanas. Su pareja mientras tanto fue detenida directamente por el caso Griveaux, motivo por el cual también se ha prolongado ahora la detención de Pavlenski. El porn revenge o porno de venganza, la difusión de imágenes sexuales sin consentimiento de la persona afectada, está penado en Francia con hasta dos años de cárcel y 60.000 euros de multa.

El caso que ha convulsionado a la clase política francesa —y provocado un auténtico terremoto en el seno del partido de Macron— estalló la mañana del viernes, cuando Griveaux, un hombre de confianza del presidente francés, anunció que se retiraba de la carrera a la alcaldía parisina después de que desde la víspera circulara en las redes sociales un vídeo sexual cuya autoría se le atribuía. La decisión abrió un intenso debate en Francia sobre los límites entre la vida privada y la pública de los políticos, unas líneas que hasta ahora parecían claras, pero que se han difuminado con el caso Griveaux, discípulo de otro político francés caído en desgracia por un escándalo sexual: el antiguo director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn.

El escándalo también ha complicado aún más la ya de por sí difícil aspiración de LREM a hacerse con la alcaldía de París, sobre todo después de que el potencial voto macronista se dividiera tras la decisión del diputado oficialista y matemático Cédric Villani de presentar una candidatura alternativa. En las últimas encuestas, Griveaux iba tercero tras la candidata socialista y aspirante a la reelección, Anne Hidalgo, y su rival conservadora, Rachida Dati.

TRES MUJERES EN LIZA POR LA CAPITAL.

Con Agnès Buzyn, la batalla por la alcaldía de París parece ser cosa de mujeres. Aunque hay una decena de candidatos y en su mayoría son hombres, la carrera de cabeza se disputa sobre todo a tres bandas y, desde la entrada ayer de Buzyn, esas tres bandas están lideradas por féminas.

Al frente de los sondeos está la alcaldesa y aspirante a la reelección, Anne Hidalgo. La socialista de origen español fue la más beneficiada del “divorcio macronista”, que vio cómo con la candidatura del matemático Cédric Villani, los potenciales votos a un representante del presidente Emmanuel Macron se dividían y quedaban relegados al tercer y cuarto lugar de los sondeos, respectivamente.

La sigue de cerca la candidata de la derecha, Rachida Dati. La antigua ministra de Justicia de Nicolas Sarkozy cuenta con hacerse con los votos más conservadores del caído en desgracia Benjamin Griveaux, que se hallaba en un distante tercer lugar que ahora deberá intentar remontar Buzyn, más progresista. La tarea no será fácil, pero promete ser interesante.

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