MARRUECOS PIDE JUSTICIA PARA LA JOVEN VIOLADA Y TORTURADA POR 12 HOMBRES.

La mujer de 17 años tiene quemaduras por todo el cuerpo y tatuajes con forma de esvástica.

El testimonio de una joven marroquí de 17 años, Khadija Okkarou, que afirma haber sido secuestrada, violada y torturada por un grupo de hombres durante casi dos meses, ha provocado una gran movilización en las redes sociales de Marruecos y una petición para que el Gobierno del rey Mohamed VI ayude médica y psicológicamente a la menor. La pasada semana se hizo viral el vídeo donde ella misma denuncia que tras ser abusada sexualmente por más de diez hombres, estos le marcaban el cuerpo con quemaduras de cigarros y tatuajes, entre ellos símbolos nazis como una esvástica.»Un chico me violó primero. Luego, los demás, uno a uno. Mi vida está destrozada, no puedo ni salir a la calle, me sentí totalmente ultrajada», ha dicho la menor en el vídeo. Aunque no hay información oficial sobre las detenciones, según la agencia AFP, un total de 12 personas han sido arrestadas por estar involucradas en el caso, ha señalado Naima Ouahli, un miembro de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos en la región central de Beni Mellal, cerca de Fqih ben Saleh, donde ocurrió la violación. Según el padre de Khadija, Mohamed Okkarou, tres de sus atacantes fueron arrestados el sábado y la primera audiencia tendrá lugar el 6 de septiembre.

 Khadija se ha convertido en un nuevo símbolo de las violaciones en Marruecos, donde las denuncias por estos delitos han aumentado en los últimos años a raíz de casos similares a los de esta joven. Solo en 2017 las cortes marroquíes han tenido cerca de 1.600 casos por abusos sexuales, el doble que en 2016. Una caricatura con una mujer llorando, desnuda y tatuada con un cartel de SOS en la cara se ha vuelto viral en las redes sociales. «Khadija podría ser yo, Khadija podrías ser tu», denuncian algunas mujeres en Twitter con el hastag ‘Todos somos Khadija’ (كلنا_خديجة en árabe).

Más de 25.000 firmas ha conseguido la petición en Change.org que pide justicia y tratamiento psicológico y médico gratuito para Khadija. El caso de la joven, que fue incluso golpeada, privada de alimentos y de las necesidades sanitarias básicas, se hizo público el pasado 21 de agosto en los medios locales de Marruecos. Ella afirma que quienes le han «destrozado la vida» son muchachos conocidos por pertenecer a una «peligrosa banda». Las torturas llegaron a su fin cuando uno de ellos la liberó y aunque en un principio su familia dudaba si denunciar o no el caso, ella fue a la policía y denunció a los agresores, que llegaron a cobrar a chicos que también la violaron. En total unos 15, según su testimonio.

«Su condición es estable, tratamos de apoyarla, asegurarle que se le hará justicia y decirle que no tiene nada que ver con eso… Nos conmueve el ímpetu de solidaridad con ella», ha dicho su padre en declaraciones a AFP. La conciencia social en el país tras otros casos como el de Amina Filali, una niña de 16 años que se suicidó en 2012 después de ser obligada a casarse con su violador y de otra en 2015, ha llevado al Gobierno de Marruecos a derogar el artículo 475 del Código Penal, que permitía a los violadores escapar de la prisión casándose con su víctima.

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