LA PRIMERA MINISTRA BRITÁNICA THERESA MAY QUIERE RENEGOCIAR EL PUNTO MÁS CONFLICTIVO DEL BREXIT CON BRUSELAS Y RECHAZA EL SEGUNDO REFERÉNDUM.

La primera ministra se dirige al Parlamento británico con un plan b tras el rechazo al primer acuerdo con Bruselas.

La primera ministra británica, Theresa May, está compareciendo en el Parlamento para presentar una alternativa al acuerdo de salida de la UE, que una abrumadora mayoría de diputados rechazó en la Cámara hace casi una semana. Obligada por esa negativa de los diputados, May tenía de plazo hasta este lunes para dar a conocer qué plan pretende seguir para cumplir con el calendario del Brexit, cuya culminación está prevista para el 29 de marzo.

La primera ministra ha comenzado su intervención asegurando que espera que algunos diputados dejen de reclamar un segundo referéndum y ha mostrado su rechazo a la posibilidad de extender el artículo 50 del Tratado de Lisboa.

May también ha reclamado a los diputados que rechazaron la semana el acuerdo de salida de la UE que clarifiquen qué alternativas proponen para solucionar el escollo de la frontera irlandesa. «En las próximas semanas seguiré hablando con mis colegas, incluido el [partido unionista norirlandés] DUP, para considerar cómo podemos cumplir con nuestras obligaciones con la gente de Irlanda del Norte y de Irlanda, de una forma que podamos obtener el mayor apoyo posible en el Parlamento», ha afirmado la primera ministra, quien ha añadido que espera regresar a Bruselas para abordar el asunto con la Unión Europea. La conservadora también ha condenado la explosión de un coche bomba frente a los juzgadores de la ciudad norirlandesa de Londonderry.

La conservadora ha continuado su intervención asegurando que pretende que los miembros del Parlamento tengan más voz en torno a la futura relación comercial entre Londres y Bruselas.  May ha reiterado su intención de respetar la votación del 23 de junio de 2016 y ha rechazado las llamadas a celebrar una segunda consulta, porque, en su opinión, «dañaría la cohesión social en Reino Unido». «Tengo miedo de que un segundo referéndum sentaría un difícil precedente, que podría tener implicaciones significativas sobre cómo manejamos los plebiscitos en este país», ha sostenido la política de 62 años.

La mandataria ha anunciado también que el Gobierno británico eliminará la tasa de 65 libras (75 euros) que cuesta a los comunitarios solicitar el «estatus de asentado» para quedarse en Reino Unido después del Brexit.

Los planes de May serán puestos a prueba el próximo 29 de enero, cuando la Cámara de los Comunes debatirá y votará una moción presentada por el Gobierno. Será una moción «neutra», que se limitará a constatar que los diputados han considerado las propuestas de la primera ministra, pero podrá ser enmendada por las diversas fuerzas políticas, lo que abre la puerta a que los parlamentarios tomen cierto control del Brexit y modifiquen la hoja de ruta del Ejecutivo. Si May decide volver a presentar el acuerdo de salida ante el Parlamento, esa votación no se espera al menos hasta febrero, según ha sugerido este lunes un portavoz del Gobierno.

La posible prolongación de las negociaciones del Brexit por parte de la UE se ha topado con el escollo, aparentemente insalvable, de las elecciones al Parlamento Europeo, cuya celebración está prevista en mayo. El euro, el dólar y la libra variaban poco este lunes, a la espera de la intervención de May.

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