ITALIA AÍSLA DIEZ PUEBLOS Y PONE EN CUARENTENA A 250 PERSONAS POR EL CORONAVIRUS.

Los primeros 16 contagios, en la región de Lombardía y Véneto, ponen en alerta al país y cuestionan algunas de las bases hasta ahora establecidas para la transmisión.

La crisis del coronavirus ha escalado este viernes varios niveles en Italia. 14 personas han dado positivo en el pueblo de Codogno, al sureste de Milán, y otras dos en Padua, en la región de Véneto, según las últimas informaciones. Son los primeros casos conocidos de transmisión por contagio de esta enfermedad en el país. Una situación que ha conducido a la cuarentena obligatoria de unas 250 personas y al aislamiento de diez localidades limítrofes que suman alrededor de 47.500 habitantes. Además, el Gobierno regional ha obligado a cerrar todos los locales públicos y ha recomendado a los habitantes no salir de sus casas en las próximas horas. La alarma médica se ha desatado también al no estar claro el foco del contagio ni el vínculo epidemiológico que permitiría aislar la enfermedad.

El primer caso detectado fue el de un hombre italiano de 38 años de Castiglione d’Adda. El paciente fue hospitalizado el miércoles, pero en un primer momento no se estableció una conexión evidente con China y se descartó que los síntomas pudieran guardar relación con la enfermedad. Cuando su situación empeoró y tuvo que ser trasladado a la unidad de cuidados intensivos, su esposa dio la alerta que activó el protocolo: el hombre había mantenido encuentros varias veces con un amigo que había regresado de China recientemente. Pero la pista resultó más desconcertante.

Los encuentros entre ambos se produjeron muchos días después de su regreso del país asiático. Más de los 14 en los que se establece la duración del proceso de incubación y que podría ocultar los síntomas. Además, cuando se analizó al potencial portador del virus, dio negativo. El hombre sigue hospitalizado para someterse a más pruebas, pero nunca tuvo ningún síntoma y si contrajo realmente el virus, su infección podría haber terminado ya, sugirieron las autoridades sanitarias. El peor de los escenarios, y de ahí la alarma desatada en la región, es que se hubiese perdido el vínculo epidemiológico.

La esposa, que está embarazada de ocho meses, fue una de las que dio positivo en el test de coronavirus, al igual que un hombre que había practicado deporte con él. El resto de contagios no tuvieron, en principio, contacto directo con el hombre de 38 años. Son tres clientes de un bar de Codogno, el foco principal del contagio en Lombardía. Todos llegaron entre la noche del jueves y el viernes al hospital de dicha localidad con cuadros de pulmonías importantes, lo que permitió detectar los positivos. «Los pacientes son hombres y mujeres, todos en torno a los 40 años de edad. El único elemento que conocemos es que viven todos en la misma área», señaló en un primer momento el consejero regional de Salud, Giulio Gallera. Sin embargo, a la lista de contagios se sumaron otras ocho personas en Lombardía, entre los que hay cinco médicos y tres pacientes del hospital de Codogno donde se trataron las primeras personas que contrajeron el virus.

Consejero de Salud de Lombardía, Giulio Gallera. En vídeo, sus declaraciones. 

El entorno del hombre que primero fue contagiado ha sido aislado. El paciente trabaja en una sucursal italiana de Unilever, mientras que el amigo que hizo el viaje a China es un gerente de MAE, un productor italiano de fibras sintéticas. Entre las personas que deben estar en cuarentena se encuentran los compañeros de trabajo de este hombre de 38 años, sus familiares y los médicos y enfermeras que lo atendieron en el hospital. La sala de emergencias que inicialmente trató al hombre de 38 años también ha sido clausurada.

El Gobierno regional ha decidido cerrar las escuelas, los edificios administrativos y los bares y restaurantes en diez pueblos durante una semana. Además, ha pedido a la gente que no salga de sus casas. «Es necesario aislar inmediatamente las zonas donde se desarrolló el virus para contenerlo», ha explicado el Comisionado de Protección Civil de Lombardía, Pietro Foroni. «No debemos sembrar el pánico, pero tenemos que hacer entender a la gente que las medidas que se han tomado son esenciales para el bien de la comunidad», ha señalado el presidente de Lombardía, Attilio Fontana. El ministro de Salud, Roberto Speranza, y el jefe de la Agencia Nacional de Protección Civil, Angelo Borrelli, han acudido esta tarde a Lombardía para mantener una reunión de crisis con las autoridades locales.

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