IRÁN INAUGURA PRIMER SUPERMERCADO EN VENEZUELA.

Irán primero envió a Venezuela cinco buques con 1,5 millones de barriles de gasolina y semanas después, un barco cargado de alimentos para inaugurar un primer supermercado en Venezuela. Un negocio que representa una competencia para productores locales y un nuevo desafío a Estados Unidos, un enemigo común que los apunta con sanciones.

Desde hace tiempo la cercana relación entre Caracas y Teherán es foco de las críticas de la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que tilda a Nicolás Maduro de ‘dictador’, a la vez que señala a su homólogo persa, Hasán Rohani, de vínculos con el terrorismo.

El supermercado Megasis fue abastecido con mercancía traída por el barco Golsan, que atracó en el país caribeño el pasado 21 de junio. El abasto abre sus puertas en un país encaminado a su séptimo año de recesión y su cuarto en hiperinflación. La crisis impide a cuatro de cada cinco venezolanos acceder a los productos de la cesta básica, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi).

“Los países sancionados podemos complementarnos, por ejemplo, Venezuela tiene muchos productos que en Irán no hay y Venezuela tiene algunas necesidades que podemos abastecer”, declaró Issa Rezaei, viceministro de Industria iraní, a la televisión gubernamental venezolana el 30 de julio, día de la inauguración del supermercado.

Megasis, enclavado en una urbanización de clase media bordeada por la imponente montaña del Ávila, y con una panorámica de la favela de Petare, es propiedad de Etka, un consorcio operado por el Ministerio de Defensa iraní.

El galpón, de unos 20 000 metros cuadrados, pertenecía a la cadena de hipermercados franco-colombiana Éxito, expropiada en 2010 por orden del fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013).

Ya en manos del Gobierno venezolano pasó a llamarse Abastos Bicentenario, y en 2016, Tiendas CLAP, como parte de un programa para distribuir alimentos subsidiados a familias pobres, en el que participó Álex Saab, el empresario que fue arrestado el 12 de junio en Cabo Verde, acusado por Estados Unidos de lavado de dinero.

Tras la inauguración de Megasis, cientos de compradores con mascarillas, de uso obligatorio en Venezuela por la pandemia de COVID-19, que según cifras oficiales se acerca a los 20 000 contagios, hacen largas filas para ingresar.

En el interior, los clientes caminan curiosos por los amplios pasillos. Junto a productos iraníes, como ropa, encurtidos, miel, cordero enlatado y dátiles, algunos artículos se consiguen con la etiqueta “Hecho en Estados Unidos”, país con el que Irán arrastra una enemistad de cuatro décadas.

Varios de los productos importados, como garbanzos, tienen precios más competitivos que el propio arroz cultivado en Venezuela, gracias a la exoneración de impuestos a las importaciones de alimentos, una medida cuestionada por gremios agrícolas.

Entregar el supermercado a Irán es una “muestra de que todo lo expropiado por el chavismo ha fracasado”, además de dar una ‘bofetada’ a las sanciones de EE. UU., dice el analista económico venezolano José Manuel Puente y agrega que los iraníes están compitiendo de manera desleal, pues muchos de los productos que están trayendo no están pagando aranceles de importación”.

La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos ha dicho estar en desacuerdo con la apertura del supermercado y que cualquier presencia de Irán en el hemisferio occidental “no es algo que vean muy favorablemente”.

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