El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) reveló ayer las últimas cifras de empleo, subempleo y desempleo en el país, en medio del escepticismo de sectores productivos, que consideraron demasiado optimistas dichos datos y teniendo en cuenta que la metodología utilizada para la recolección de la data ha tenido obstáculos, debido a la pandemia.
De manera general, el INEC presentó una comparación entre la encuesta referencial telefónica hecha entre mayo y junio del 2020 y los datos de la última encuesta presencial de septiembre del 2020. Así se pudo conocer que el desempleo bajó del 13,3% en junio, al 6,6%, en septiembre.
Esto, de acuerdo con los datos del INEC, significaría que el número de desempleados a nivel nacional bajó de 1’009.583 a 522.620. De acuerdo con los resultados, y siempre comparando los periodos mayo-junio y septiembre, se ve que el empleo pleno pasó de 16,7% a 32,1%, el subempleo bajó de 34,5% al 23,4% tasa de otro empleo no pleno 25,2% a 26,3%. Adicionalmente, el empleo no remunerado pasó de 7,7% a 10,8%.
De acuerdo con el ministro de Trabajo, Andrés Isch, los sectores en los que mayor recuperación hubo fueron construcción, agricultura, comercio y manufactura. En el tema de la construcción aseguró que ha habido un incremento de 13,3% y que los contratos formales crecieron siete veces. Para Isch, la Ley Humanitaria salvó 72.000 puestos de trabajo y se crearon 200.000 contratos desde que esta fue publicada. Dentro de ellos, el contrato por obra ha crecido y se generaron 10.000 contratos.
Sin embargo, los líderes gremiales de estos sectores se mostraron incrédulos ante los datos. Leopoldo Ocampo, presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción (Camicon), dijo que “realmente quisiéramos saber de dónde sacan esas cifras, en dónde está el empleo para irlo a buscar”.
Explicó que la recuperación que ha mencionado la autoridad no tiene asidero. Comentó, por ejemplo, que la obra pública es casi nula y que, si la hay, se lo hace bajo la modalidad de Cero Anticipo, lo cual restringe la actividad para las pequeñas y medianas empresas de construcción que “ahora están quebradas”. También dijo que las iniciativas privadas se ven entorpecidas por la tramitología. También llamó la atención en el sentido de que para el proyecto Casa para Todos se ha contratado a una empresa china para que realice la construcción, en vez de permitir que lo hagan constructores ecuatorianos.
Rodrigo Gómez de la Torre, de la Cámara de Agricultura, dijo que no se ve dicha recuperación de empleos y más bien se ha visto una reducción, si se toma en cuenta que han existido unas 300.000 desafiliaciones del IESS en un año. Solamente en lo que tiene que ver con el empleo en la Cámara Agricultura, dijo ha habido 38.000 desafiliaciones y una recuperación de 26.000, por lo que el resultado neto es negativo aún. Además comentó que mirando las cifras de septiembre a septiembre, los indicadores no son positivos, sino negativos.
Entre tanto, de acuerdo con José Hidalgo, director ejecutivo de Cordes, las cifras del INEC sí son creíbles. Explica que lo que vimos en el periodo mayo a junio, reflejó la peor etapa del confinamiento y la pandemia. Uno de los fenómenos que ocurrió es que las personas tuvieron que acordar trabajar menos horas y con un menor sueldo de lo que querían. En este sentido estas fueron las que pasaron a ser parte de la estadística del subempleo, sobre todo por pérdida de horas. Ahora, gran parte de ese sector, al abrirse nuevamente las actividades, han retornado al empleo pleno. Otro sector de la población que estaba en el desempleo oculto (personas que ya no buscaban empleo), muy posiblemente se ha movilizado al sector del subempleo, pues debido al fin del confinamiento, se han animado a buscar alguna actividad laboral.
Adicionalmente, Hidalgo explica que si se comparan las cifras de septiembre a septiembre, como es lo técnicamente correcto, entonces se puede notar el deterioro de los indicadores.
Efectivamente, según las propias cifras del INEC, el desempleo en septiembre de 2019 era de 4,9% y ahora sube a 6,6%. El empleo pleno cae de 38,5% y a 32,1%. El subempleo subió de 17,8% a 23,4%.
