“Apelación, apelación”. Fueron los gritos que se escucharon desde las bancadas del correísmo Unión por la Esperanza (Unes) y del Partido Social Cristiano (PSC) cuando la presidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori (PK) decidió suspender la sesión del Pleno este jueves 24 de febrero de 2022.
Los legisladores de estos partidos se volcaron al estrado de Llori con su pedido. La titular del Parlamento suspendió la jornada en la que constaba como primer punto del orden del día el primer debate del proyecto de Ley para regular el uso progresivo de la fuerza, pero se intentó cambiar el orden del día.
El primer vicepresidente de la Asamblea, Virgilio Saquicela (independiente), intentó retomar la sesión, pero las luces y los micrófonos se apagaron. Además salieron del lugar el Secretario y el Prosecretario, y se negaron a retornar al hemiciclo.
“Al haber una apelación, la señora Presidenta debía haber encargado la Presidencia”, mencionó Saquicela.
Después, Llori reapareció en una rueda de prensa en su despacho y dijo que no hay condiciones para retomar la sesión. Responsabilizó al correísmo y al PSC de intentar “tomarse por asalto” la Asamblea.
“Quieren desestabilizar la Asamblea Nacional y luego ir por la desestabilización del país”, dijo rodeada del oficialismo y de parte de Pachakutik.
Señaló que esos grupos también “están desesperados por tomarse el Consejo de Participación Ciudadana“, que deberá designar a nuevas autoridades para la Contraloría, la Procuraduría, el Consejo Nacional Electoral (CNE).
“Están desesperados porque se les va de las manos el chupete”, enfatizó, golpeando el escritorio. Aseguró que no ha violado el procedimiento parlamentario y llamó a la unidad de los asambleístas.
“Ya basta de desestabilizar, de llamar al caos (…). He suspendido la reunión del Pleno porque no teníamos las garantías necesarias para continuar”, anotó.
Pabel Muñoz, del bloque de Unes, y Esteban Torres, del PSC, repudiaron lo ocurrido. Insistieron en que se violó el procedimiento parlamentario cuando intentaron presentar una moción para que se conforme una comisión multipartidista que evalúe a Llori y el CAL.
“Es inconcebible que por sus miedos, sustos y fantasmas se esté secuestrando la Presidencia de la Asamblea y nos mantendremos ahora sí firmes para desplegar la gran cantidad de violaciones que todo este tiempo hemos podido detectar al procedimiento parlamentario”, dijo Muñoz.
Torres agregó que lo ocurrido evidencia una falta de respaldo a la presidenta de la Asamblea. “Eso no implica ni destituciones ni reemplazos al margen de la ley”.
El jefe de bloque del oficialismo, Juan Fernando Flores, expresó su respaldo total a Llori y dijo que “si quieren pelea, estamos listos para la batalla”. Mientras, la Izquierda Democrática convocó al diálogo a las bancadas frente a esta crisis.
Por parte de Pachakutik no hubo declaraciones a la prensa. Estaba prevista una rueda de prensa del coordinador del movimiento indígena pero se suspendió. Tampoco intervino alguno de los 9 asambleístas del ala radical de este movimiento.
Intento fallido para armar Comisión
El revuelo en el hemiciclo se dio después de que que se realizara un pedido para cambiar el orden del día del Pleno y debatir la conformación de una comisión que evalúe al Consejo de Administración de la Legislatura (CAL).
La solicitud fue presentada por Fausto Jarrín, asambleísta del correísmo Unes, pero no pudo ser tratada debido a que la Ley Legislativa impide que se admitan más de tres en una misma sesión.
El documento había ingresado en quinto orden en la víspera de la sesión, después de otras de Lucía Placencia (Izquierda Democrática, ID), Rafael Lucero (Pachakutik), Jorge Pinto (Creo), Ricardo Vanegas (Pachakutik), con otros motivos. Así, las demás quedaron fuera.
En las pantallas del Pleno se mostró una cronología en la que se evidenció que los cuatro primeros asambleístas habían ingresado las solicitudes tan pronto se hizo la convocatoria al Pleno: a las 14:00, 14:04, 14:08 y 16:00 del martes 22 de febrero. La de Jarrín, un día después, a las 13:24.
Mientras se revisaban los requisitos, los asambleístas de Unes se agolparon en una pantalla. Al final, algunos habían retirado las firmas de apoyo o existían rúbricas repetidas que solo invalidaron el pedido de Vanegas. No hubo reclamos.
Los líderes de las bancadas de Unes, del PSC y del ala radical de Pachakutik ratificaron su intención de conformar una comisión para evaluar al CAL, lo que podría derivar hasta la destitución de Guadalupe Llori. Estos sectores controlan la mayoría absoluta (70 votos) que se requieren para la resolución.
Después de que el pedido de cambiar el orden del día por parte de Unes no fue admitido, los asambleístas de este partido y el PSC intentaron apelar la Presidencia a Llori.
