GOBIERNO ADEUDA MÁS DE $800 MILLONES DE DÓLARES POR CONTRIBUCIÓN AL IESS.

Con corte a abril del 2021, el gobierno de Lenín Moreno le debe al IESS un aproximado de $ 806 millones, por el 40% de contribución tanto a pensiones, riesgos del Trabajo y Seguro Social Campesino. Las cifras fueron obtenidas de la ejecución presupuestaria del 2020, en la que se devengaron (facturaron) efectivamente $ 1.567 millones, pero solo se pagaron $ 1.267,90 millones. Es decir, quedó un atraso de $ 299,93 millones. Además, de la ejecución presupuestaria de enero a abril del 2021, aunque con un cálculo presupuestario incompleto, que establece que se le deben al IESS $ 506 millones, de los cuales se ha pagado $ 0.

Las cifras generan mayor preocupación, luego de que hace pocos días saliera a la luz el informe del Banco Mundial (BM) sobre la sostenibilidad del fondo de pensiones del IESS, y las dificultades que tendrá el IESS para pagar las pensiones jubilares en 2022, asociadas a la falta de liquidez, tanto brecha entre aportes y egresos; activos poco líquidos y falta de pago del 40%.

Marco Proaño Maya, experto en temas de Seguridad Social y laborales, lamenta que el año pasado el presidente Lenín Moreno haya jurado en un discurso público que iba a honrar la deuda con el IESS. “Ya estamos en mayo y no ha pagado un solo dólar este año sobre el 40%”, asegura. Advierte que si el Gobierno no cumple con el 40% que está en la Ley, entonces no va a haber sostenibilidad en el fondo de pensiones.

Aunque el informe del Banco Mundial habla de que las complicaciones ya se registrarían en 2021, dice confiar más en el informe de la OIT que dice que si el Estado cumple de entregar el 40%, la perspectiva del IESS sin problemas de pago es hasta el 2036, además indica que las reservas del fondo se agotarían en el 2047. Sin embargo, el informe de OIT advierte que si no paga el Estado el 40%, habrá serios problemas en el 2025.

Sobre el tema, el ministro de Economía y Finanzas, Mauricio Pozo, asegura que sí se le va a pagar al IESS, pero al momento están en un proceso de ponerse de acuerdo en la forma de pago, los montos, el calendario.

Sin embargo, el problema inmediato es que el Gobierno no tiene liquidez para cancelar esa deuda en dinero contante y sonante. Posiblemente deba recurrir a operaciones como se han hecho en el pasado: pago con bonos, pago con compromiso de inversión en bonos, y solo una parte en efectivo.

Frente a esta realidad, el ministro Pozo no descarta que el Biess deba recurrir a hacer préstamos de liquidez en el exterior. Ese era uno de los planes con los que llegó el gerente del Biess, Diego Burneo, hace varios meses. Para el ministro, el Biess ya no tiene capacidad de seguir invirtiendo en bonos, y más bien en cualquier momento tendrá que buscar recursos afuera, dice. Para el ministro, tampoco es una buena idea empezar a desinvertir los activos no líquidos que tiene: “no puede empezar a vender los bienes para pagar pensiones”, añade.

Al ser consultado por dónde debería ir la reforma de la Seguridad Social para hacer sostenible al IESS, explica que esta “debe ir caminando de manera gradual, pero constante”. Expresa que es un problema acumulado por varios años, que requiere cambios legales fuertes, que no se pueden tomar de un momento a otro, pues son temas muy sensibles.

Recuerda que el informe del BM ha indicado las falencias que afectan al fondo: las jubilaciones no son compatibles con los salarios, la edad de jubilación debió revisarse cada cinco años, y no se lo ha hecho. Ahora se toman en cuenta los cinco mejores años de salarios para la pensión cuando en otros países se calcula con base en diez años, o todos los años de aportación.

La idea es que el fondo sea sostenible por sí mismo y no solo esté esperando a que el Gobierno pague los intereses de los bonos o ese 40%, afirma. En todo caso, ratifica que sí se pagarán esos pendientes.

Para Proaño Maya, es importante que el próximo Gobierno tome muy en serio sus compromisos con la Seguridad Social y estima que el Estado tiene la obligación legal del 40%, pero también asumir las atenciones de salud de jubilados y de personas con enfermedades catastróficas. Lamenta que desde el 2001 el Estado no ha pagado la obligación de salud y más bien en el gobierno de Rafael Correa se pretendió desconocer la deuda, borrando del asiento contable dicha obligación. Dijo que la mejor manera para humanizar a un gobierno es que este garantice el bienestar de los niños y de los viejos. “Todos somos viejos, solo es cuestión de tiempo”, sentenció. 

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