FUERZAS EUROPEAS DEJAN A LOS ULTRAS SIN PODER EN LA EUROCÁMARA.

Uno tras otro, los candidatos de la gran coalición ultra europea han visto como sus pretensiones de hacerse con los puestos de honor de las comisiones parlamentarias se disipaban. El cordón sanitario, impulsado por populares, socialistas, liberales y Verdes, ha impedido este miércoles a Identidad y Democracia (ID) tocar poder en la Eurocámara. El grupo de la francesa Marine Le Pen y el italiano Matteo Salvini optaba a las presidencias de las áreas de Agricultura y Asuntos Jurídicos, y a otras nueve vicepresidencias, pero finalmente todos sus aspirantes han quedado apartados de los puestos más influyentes.

«El objetivo es señalar nuestra oposición frontal a sus posiciones y evitar que intoxiquen la agenda y el debate político en el Parlamento Europeo», ha defendido el eurodiputado socialista Javi López. Aunque los miembros de las comisiones pueden tumbar por mayoría las propuestas de los ultras que accedan a la presidencia, su aterrizaje en altos cargos les habría permitido influir en la agenda, ser interlocutores de la institución y hacer más ruido.

El perímetro del veto de algunas fuerzas europeístas ha ido más allá de lo habitual en pasadas legislaturas. Los socialistas lideraron un segundo cordón sanitario contra los miembros del polaco Ley y Justicia —integrado en el grupo de los Conservadores y Reformistas— y la húngara Fidesz —del Partido Popular Europeo— por ser los partidos de Gobierno en países a los que la UE ha abierto expediente por su falta de respeto al Estado de derecho y los valores comunitarios. Y los liberales de Renovar Europa anunciaron horas antes de las votaciones que tampoco los respaldarían.

El movimiento generó discrepancias entre los partidos proeuropeos y funcionó a medias. Dejó fuera entre otros a la antigua primera ministra polaca Beata Szydlo, candidata a la presidencia de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales. Pero tuvo algunas grietas que permitieron a europarlamentarios del PiS hacerse con vicepresidencias de las comisiones de Industria y Exteriores, y a un miembro del partido de Viktor Orbán con otra en la de Presupuestos.

El Parlamento aplica desde hace años un acuerdo tácito para repartir los cargos basado en la ley d’Hont. Los grupos eligen cargos de manera consecutiva, con el compromiso del resto de respaldar esa elección. Pero este miércoles, el acuerdo alcanzado por los grupos europeístas ha privado del voto a cualquier candidatura de partidos considerados antieuropeos. Y el turno ha saltado al siguiente.

«Es un nuevo ataque al pluralismo político y un paso más de los partidos federalistas para convertir el cordón sanitario en una soga totalitaria a la libertad», criticaron desde el grupo de Vox en la Eurocámara. El partido español, que ha entrado en la Eurocámara con tres eurodiputados, aspiraba a colocar como vicepresidenta en la Comisión de Agricultura a Mazaly Aguilar, pero su elección se ha pospuesto hasta el 23 de julio, y en la formación de Santiago Abascal asumen que el aplazamiento responde a un intento por sustituirla.

«Parece que de momento el cordón sanitario contra la extrema derecha funciona. Hay una decisión formal para excluir a las candidaturas del grupo Identidad y Democracia, pero también hay que actuar en algunos casos concretos como el de Vox. Es muy importante que no normalicemos su presencia en el Parlamento Europeo, y de momento parece que no será así», ha señalado el eurodiputado verde Ernest Urtasun.

En total, los populares se han hecho con ocho presidencias, cinco los socialistas, cuatro los liberales, dos los Verdes, una Izquierda Unitaria Europea y otra el Grupo de los Conservadores y Reformistas. Entre los presidentes hay dos españoles: el socialista Juan Fernando López Aguilar (Justicia) y la popular Dolors Montserrat (Peticiones). La elección de esta última no es casual, el PP español busca así frenar los intentos del independentismo de llevar la crisis catalana a la Eurocámara blindando la comisión de Peticiones frente a las demandas que puedan poner sobre la mesa los nacionalistas. A falta de cerrar los huecos de algunas de las comisiones parlamentarias, otros siete eurodiputados españoles han obtenido vicepresidencias, el país con más representantes tras Alemania y Francia.

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