Esclavitud en LIBIA, el legado «humanitario» de la OTAN

En Libia y Nigeria existe una realidad que podría pensarse lejana pero que está afectando a miles de seres humanos.  Aunque estamos en pleno siglo XXI, todavía hay lugares en el mundo donde la esclavitud está a la orden del día y un hombre tiene precio.

El ex ministro de cultura de Libia, Fani-Kayode, informó recientemente sobre las atrocidades que suceden con los esclavos nigerianos. Al estar pasando por una grave crisis económica, los refugiados son capturados y vendidos como esclavos.

El peor escenario llega cuando los nigerianos intentan ir a probar mejor suerte para ellos y sus familias en Europa. Pero ni siquiera están cerca de pisar suelo europeo cuando ya son aprehendidos y marcados como esclavos.

Las redes sociales han visto una clara relación entre la intervención internacional en la guerra civil en Libia, la deposición de Gaddafi y la situación actual

Además, la mayoría sufre los peores maltratos, pasando por episodios de crueldad que ningún ser vivo debería experimentar en su vida, o incluso llegar a morir en manos de sus captores.

Se estima que son ya más de 20,000 nigerianos los que han sido vendidos en mercados de Libia, y el costo por esclavo está entre los 300 y 400 dólares.

Según declaraciones de Fani-Kayode, esto es culpa del presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, quien no ha hecho lo necesario para combatir esta realidad inhumana.

Se espera que pronto haya alguien que alce la voz y sea escuchado, pues estas acciones deberían ser de la incumbencia de todos, la esclavitud, necesita ser abolida en todo el mundo y todo ser humano merece ejercer su derecho a vivir en libertad.

Tras la intervención militar de la OTAN en 2011 en apoyo de los rebeldes que protestaban contra Muammar Gaddafi pidiendo avances democráticos del régimen, el país se ha sumido en el caos.

La deposición de Gaddafi fue seguida de un conflicto civil desde 2014 entre diferentes grupos que buscan el control de Libia, dando lugar a un Gobierno reconocido por Occidente con base en Trípoli, y otro Gobierno paralelo sostenido por militares.

En este contexto, las denuncias de violaciones de derechos fundamentales en el país no cesan, así como las referidas a la discriminación y los malos tratos a la población negra del país.

El año pasado, por ejemplo, Intermon Oxfam alertó en un informe que los migrantes retenidos en ese país a menudo sufren torturas, malos tratos y trabajos forzados.

También la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) afirmó el pasado mes de julio que la venta de seres humanos y la trata se estaban dando en escenarios de crisis, especialmente en Libia. No obstante, no tuvieron tanto eco como en esta ocasión.

Fabiosa / RT

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