EN HOSPITALES HAY ESCASEZ DE MEDICINAS.

A Carlos, de 74 años, todavía le cuesta mover su mano derecha después de la cirugía de túnel carpiano que le practicaron en el Hospital Pablo Arturo Suárez, en la capital. Su esposa, Guadalupe, consideró que Carlos tuvo suerte porque pudo ser operado en un centro público. Ella comentó que conoce de algunas personas que esperan por mucho tiempo e, incluso, años por una intervención.

A María, de 60 años, le sucedió una situación parecida. Ella aseguró que hace cinco años va a la misma casa de salud por problemas de hernia discal y osteoporosis.

Pero, desde hace al menos dos años, no recibe la medicación completa y en varias ocasiones ha comprado de su bolsillo.

Para pacientes con enfermedades raras u oncológicos, que requieren fármacos más costosos, la situación es más grave.

Mayra es madre de Angélica, de 12 años, quien padece del síndrome de Gaucher. Es una enfermedad hereditaria, que provoca la acumulación de sustancias grasosas en el bazo, hígado y pulmones. También, en los huesos y, en ocasiones, en el cerebro.

Ella comentó que desde hace ocho meses no recibe la medicación en el hospital Francisco Icaza Bustamante, en Guayaquil. Ha optado por colocar acciones de protección para que le entreguen el fármaco, sin conseguir resultado.
“Cuando pasa mucho tiempo sin medicación tiene más problemas. Mi hija casi no tiene movilidad y lo que toma es para que tenga una vida digna, sin dolor”.

Marlene Viteri, de 48 años, quien padece cáncer de tiroides, también tiene que adquirir sus fármacos. Hace tres meses, en el hospital Eugenio Espejo no le dan su pastilla. Cada semana gasta USD 13, dinero que le resulta difícil conseguir porque no tiene trabajo.

Los médicos denuncian

Las historias de pacientes que no reciben sus medicamentos en hospitales públicos y de la seguridad social se escuchan a diario.

Por ello, al reclamo de los pacientes se sumó el de los médicos. El 26 de mayo, ellos denunciaron públicamente que las casas públicas de salud viven una emergencia sanitaria debido a que no existe lo necesario para tratar adecuadamente a los pacientes.

Al desabastecimiento de medicamentos, aseguraron, se suman los problemas con equipos que no funcionan, falta de insumos e incluso complicaciones en la infraestructura de las instalaciones.

“El país está viviendo una situación crítica en materia de salud. Señor presidente, esta es una de las épocas más nefastas, más críticas para la salud pública en el Ecuador. Literalmente se nos están cayendo los hospitales aquí, en la capital de la República”, aseguró Carlos Cárdenas, presidente del Colegio de Médicos de Pichincha.

Juan Barriga, presidente de la Asociación de Médicos del Pablo Arturo Suárez, mencionó que los pacientes deben adquirir los medicamentos con su dinero. Además, señaló que existen dos informes que determinan los problemas con la infraestructura.

En el Hospital General Docente de Calderón, también se vive una situación complicada, con aproximadamente 300 cirugías represadas y con equipos que no funcionan, dijo Carolina del Salto, presidenta de la Asociación de Profesionales de esa casa de salud.

Frente a esa situación, los galenos solicitaron que se declare en emergencia al sistema de salud público e insistieron en que se debe abrir un canal de diálogo para atender necesidades urgentes.

La respuesta del Ministerio

La ministra de Salud, Ximena Garzón, respondió a las denuncias de los médicos y aseguró que no es necesario declarar una emergencia en esta área.

Según la funcionaria, en la Zonal 9, que corresponde al Distrito Metropolitano de Quito, existe un 70% de abastecimiento en medicinas. En el caso del Pablo Arturo Suárez, el aprovisionamiento es del 86% en fármacos y 88% en dispositivos médicos, dijo.

“No negamos que existen falencias en el sector de salud, tenemos algunos problemas y estamos trabajando en ello”, señaló Garzón.

Ella agregó que desde el Ministerio de Salud Pública están dispuestos a escuchar a los gremios, “siempre que aporten con ideas para mejorar la salud”.

Respecto a las cirugías, la Ministra de Salud señaló que antes de la pandemia ya había un problema de represamiento y con el covid-19 esa situación se complicó.

A pesar de esta situación, agregó, en el primer cuatrimestre de este año se han realizado 1 743 cirugías y a diario se atiende un promedio de 160 pacientes en el área de emergencia del hospital Pablo Arturo Suárez de Quito.

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