EL REINO UNIDO ACUSA A IRÁN DE ‘INTENTAR IMPEDIR EL PASO’ DE UN PETROLERO BRITÁNICO.

Un buque de guerra ahuyenta a tres embarcaciones iraníes en el estrecho de Ormuz, según Londres.

Una fragata de la Marina Real británica ha evitado este jueves que tres embarcaciones iraníes bloquearan el paso de un petrolero británico por el estrecho de Ormuz, según ha informado el Ministerio de Defensa del Reino Unido. «En contra del derecho internacional, tres embarcaciones iraníes intentaron impedir el paso de un buque comercial, el British Heritage«, ha señalado este jueves un portavoz del ministerio. «Esto obligó al HMS Montrose a tomar posición y hacer una advertencia verbal a los barcos iraníes, que han procedido a apartarse», ha añadido.

El ministro de Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, ha negado las acusaciones.

El incidente se ha producido en el mismo día en que el presidente iraní, Hasan Rohaní, había advertido que el Reino Unido «haría frente a las consecuencias» de haber retenido la semana pasada un petrolero iraní, cerca de Gibraltar, lo que provocó una escalada de la tensión ya existente en el golfo Pérsico. Informadas por Estados Unidos, que sospechaba que el Grace 1 transportaba crudo iraní a Siria, en contra del régimen de sanciones impuesto por la UE a ese país, las autoridades británicas retuvieron la embarcación.

El British Heritage, propiedad de la compañía petrolera BP, se mantenía desde el sábado frente a la costa de Arabia Saudí, a la espera del permiso para atravesar el estrecho de Ormuz. Las embarcaciones iraníes intentaron interceptarlo mientras procedía a la maniobra, escoltado por el HMS Montrose, una fragata Type 23 estacionada en Baréin con la misión de proteger las embarcaciones que atraviesan esa región.

Según fuentes estadounidenses, los barcos iraníes se detuvieron después de que un buque de guerra británico les advirtiera por radio. «El buque de la Marina HMS Montrose apuntó sus armas hacia los buques iraníes y les alertó por radio. Entonces se dispersaron», ha aseverado el alto cargo del Ejecutivo de Estados Unidos. «Se trata de acoso y supone un intento de interferir el paso de este petrolero por el estrecho de Ormuz», ha asegurado.

Tanto el ministro de Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, como la Guardia Revolucionaria han negado el incidente. “Las patrullas de la Guardia Revolucionaria en el golfo Pérsico (…) no han tenido encuentros con navíos extranjeros, incluidos británicos, durante las pasadas 24 horas”, afirma el comunicado de esa fuerza, según la agencia semioficial Fars. El texto asegura no obstante que, de recibir la orden, la ejecutarían “de forma inmediata, firme y rápida”.

Se trata de la segunda denuncia similar esta semana. El pasado lunes, Arabia Saudí informó de un intento de ataque contra un mercante sin identificar al sur del mar Rojo, que atribuyó a los rebeldes Huthi de Yemen. El portavoz de la coalición que bajo liderazgo saudí combate a ese grupo, el coronel Turki al Malki, dijo que las fuerzas navales de esa alianza habían destruido una barca sin tripulación llena de explosivos. Un portavoz Huthi rechazó la acusación.

Desde que los Huthi se hicieron con el poder en Saná a finales de 2014, Arabia Saudí y sus aliados han estado preocupados con la posibilidad de que esa milicia lograra controlar el estrecho de Bab el Mandeb, que comunica el mar Rojo con el golfo de Aden. Para ellos, eso equivaldría a entregar ese paso estratégico a Irán, a quien perciben como patrón de los rebeldes y que ya controla el estrecho de Ormuz (y que en épocas de tensión, algunos portavoces iraníes han amenazado con cerrar).

El hasta ahora más tranquilo Bab el Mandeb es un paso igualmente estratégico por el que transita un 38% del tráfico marítimo mundial y una parte sustancial del petróleo y el gas licuado que se envía a Europa desde el golfo Pérsico.

En los últimos meses se han registrado varios incidentes en el golfo Pérsico, donde petroleros y buques de carga fueron blanco de ataques de los que Washington responsabilizó a Teherán, que rechazó cualquier implicación en los mismos. Además, el pasado 20 de junio, los Guardianes de la Revolución, cuerpo militar de élite denominado recientemente como grupo terrorista por EEUU, derribaron un dron estadounidense que, según Teherán, entró en su espacio aéreo para tareas de espionaje.

La tensión entre Irán y EEUU ha escalado y se ha trasladado fuera del golfo Pérsico, implicando al Reino Unido, cuyas fuerzas detuvieron la semana pasada a petición estadounidense un petrolero iraní en Gibraltar. Las autoridades de Gibraltar sostienen que el buque llevaba petróleo a Siria, lo que viola las sanciones impuestas por la Unión Europea, pero Irán niega que el país árabe fuera su destino. El presidente iraní, Hasan Rohaní, manifestó este miércoles que el Reino Unido ha creado «inseguridad en los mares» con la detención del petrolero en Gibraltar, y advirtió de «consecuencias».

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