EL ATAQUE A BOLSONARO ABRE UNA NUEVA ESTRATEGIA ELECTORAL EN BRASIL.

No obstante que su discurso fue amenizando conforme su candidatura crecía, lo cierto es que el «Donald Trump sin plata» tenía como característica personal decir lo que se le ocurría en el momento en que era cuestionado por algún tema ríspido a sus principios.

27 años en la política, y oriundo del estado de Río de Janeiro, Bolsonaro asusta a unos y entusiasma a otros. Una compilación de frases que le dieron fama basta para entender el motivo.

Son referencias despectivas hacia personas de raza negra, homosexuales, mujeres, que denotan racismo («Si colocan mujeres en funciones públicas porque sí, voy a tener que contratar a negros, también»), sexismo y justificación a los ataques sexuales («la diputada María del Rosario no merece ser violada porque ella es muy fea, no es de mi gusto, jamás la violaría»), y nostalgia de la dictadura militar («Estoy a favor de la tortura y tú sabes que lo estoy», «El error de la dictadura fue torturar y no matar»).

Estoy a favor de la tortura. El error de la dictadura fue torturar y no matar

No obstante las frases mencionadas, lo cierto que el discurso de Bolsonaro fue atenuándose de acuerdo con cómo iba subiendo en las encuestas electorales.

El candidato atacado en Minas Gerais tiene la característica del antipolítico, porque refuerza como diferencial que es el más sincero de la clase política brasileña, pero su sinceridad le ocasiona más problemas que satisfacciones.

Dentro de su electorado más fiel, están los jóvenes universitarios, que, cansados de los políticos tradicionales (en su gran mayoría sospechados de corrupción), llaman a su candidato «MITO», y no son pocos los videos que circulan en las redes con la respuesta radicalizadas del diputado para luego observar los lentes negros y el habano.

El debate presidencial del domingo 17 de agosto: Marina Silva (Rede), Henrique Meirelles (MDB), Geraldo Alckmin (PSDB), Guilherme Boulos (PSOL), Alvaro Dias (Podemos) y Ciro Gomes (PDT), rodean a la moderadora, Maria Lidia (AFP)

El debate presidencial del domingo 17 de agosto: Marina Silva (Rede), Henrique Meirelles (MDB), Geraldo Alckmin (PSDB), Guilherme Boulos (PSOL), Alvaro Dias (Podemos) y Ciro Gomes (PDT), rodean a la moderadora, Maria Lidia (AFP)

¿Qué cambia en la campaña?

Uno de los puntos débiles de Bolsonaro, por su espantosa sinceridad, es que cuando es provocado por sus adversarios, explota con notoria facilidad. Sus asesores políticos le recomendaron que no participe de los debates que restan hasta la primera vuelta, porque es más lo que tiene para perder que para ganar.

El ataque recibido que lo dejó en la UTI (Unidad de Terapia Intensiva) del Hospital Albert Einstein, evita que su ausencia en los debates (como el de este domingo por la noche) sea atribuida a una estrategia de campaña y sí a la imposibilidad de participar por su cuadro de salud.

Adelio Bispo de Oliveira no solo ayudó a Jair Bolsonaro a subir en la preferencia electoral. La noticia de su ataque también opacó las denuncias penales del Ministerio Público de San Pablo, contra los candidatos Fernando Haddad –teórico receptor del legado Lula en el Partido de los Trabajadores– por corrupción pasiva, lavado de dinero y asociación ilícita, y contra Geraldo Alckmin, del Partido Social Democrático Brasileño –PSDB– por administración fraudulenta.

Los medios de comunicación prácticamente ni comentaron estas noticias, cuando en otro momento hubieran ocupado los principales noticieros y tapas de los diarios locales.

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A la luz de lo que se observó hasta ahora, los mismos simpatizantes del candidato Bolsonaro comenzaron a hacer campaña en su nombre. El movimiento más creativo tuvo lugar en la Ciudad de Fortaleza, estado de Ceara, donde unos jóvenes aprovecharon el corte de tránsito del semáforo, para cantar y bailar una canción de Bolsonaro, exhibiendo carteles.

Otro movimiento multitudinario tuvo lugar en las calles del barrio de Copacabana, en la ciudad de Río de Janeiro, cuando una multitud armó una manifestación en apoyo a Bolsonaro con cánticos a favor de su persona.

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¿Cómo termina esta historia de puñaladas y campaña electoral?

Bolsonaro se recupera favorablemente en su cuarto en el hospital en San Pablo, desde donde filma videos, publica noticias en las redes sociales y hasta inauguró una aplicación para enviar mensajes en vivo a sus seguidores (aplicación de nombre MANO).

Es difícil mensurar qué caudal de votos le sumará la puñalada a Jair Bolsonaro. Las próximas encuestas medirán un panorama totalmente diferente de la realidad en la que Lula aún figuraba como posible candidato y en la que Bolsonaro podía cometer el mayor de los errores en vivo en cualquier entrevista o debate.

De momento, continúa afirmando que es el único candidato sin ningún caso de corrupción en su haber.

Jair Bolsonaro en el hospital (@FlavioBolsonaro)

Jair Bolsonaro en el hospital (@FlavioBolsonaro)

De hecho, el principal cuevero del proceso Lava Jato, Alberto Yusseff, al ser preguntado sobre a quién le había pagado coimas entre la clase política, afirmó que sería más fácil decir a quién no le había pagado. En ese momento citó al propio Jair Bolsonaro.

A pesar de sus dichos agresivos, de su forma de expresarse áspera y sin filtros, Bolsonaro continúa creciendo en la preferencia electoral. Sin ninguna duda, el ataque con el cuchillo lo deja más cerca de la segunda vuelta, pero de allí a que consiga ser elegido Presidente de Brasil…

… Aún falta mucho para que el pueblo brasileño apreté el botón de «confirma» en la urna electrónica.

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