Donantes comprometen 4.400 millones de dólares en ayuda a Siria para 2018

La conferencia internacional sobre el futuro de Siria, organizada por la Unión Europea (UE) y Naciones Unidas, logró recaudar hasta el momento 4.400 millones de dólares de ayuda para 2018 para este país en guerra desde 2011.

«Al final del día habremos escuchado promesas para 2018 de 4.400 millones de dólares», indicó en rueda de prensa Mark Lowcock, jefe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), precisando que se trata de su «mejor» estimación.

Londres y Berlín lideran las promesas de fondos, con 630 millones de dólares para 2018 y otros 420 millones de dólares para 2019 aportados por Reino Unido. Alemania expresó su voluntad de aportar más de 1.200 millones de dólares hasta 2020. La UE aportará unos 680 millones de dólares.

En el segundo día de conferencia internacional en Bruselas con representantes de más de 80 países, grupos de ayuda y organismos de la ONU, Lowcock agradeció a la UE, Alemania y Reino Unido sus «promesas excepcionalmente grandes» y destacó además que recibieron promesas por un monto de 3.300 millones de dólares para 2019 y en adelante.

El monto recaudado está no obstante por debajo de las necesidades. Naciones Unidas había estimado que este año se necesitan más de 9.000 millones de dólares para el trabajo humanitario dentro de Siria y para apoyar a los refugiados en los países vecinos.

La ONU ya apuntó que podrían registrarse recortes en algunos programas. «Estamos desesperadamente faltos de recursos», apuntó Lowcock el martes. La OCHA logró recaudar sólo la mitad de los fondos que necesitaba en 2017, precisó.

La cantidad comprometida podría aumentar. Estados Unidos, uno de los principales donantes, todavía no ha comunicado su contribución y se espera también un acuerdo entre los 28 países de la UE sobre destinar 3.650 millones de dólares (3.000 millones de euros) en dos años a la atención de los refugiados en Turquía.

Siria cuenta con 6,1 millones de desplazados internos, mientras que otros cinco millones de personas se marcharon del país, sobre todo a países vecinos, según la ONU. Además, trece millones de personas, entre ellas seis millones de menores, necesitan ayuda.

Desde principios de este año, 700.000 personas abandonaron sus hogares a medida que Damasco recrudeció su ofensiva contra las fuerzas rebeldes, especialmente en la Guta Oriental, intensificando a su vez la crisis humanitaria.

– Presión a aliados de Damasco –

Para la UE, la solución a este conflicto, que desde 2011 ha dejado más de 350.000 muertos y ganó en complejidad con la implicación de grupos yihadistas y potencias extranjeras, pasa por una negociación política.

En este sentido, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, reiteró su llamado este miércoles a Rusia e Irán, aliados de Asad, para que presionen Damasco con el objetivo de que «acepte sentarse a la mesa [de negociación] bajo los auspicios de la ONU» en Ginebra.

Las conversaciones dirigidas por Naciones Unidas en la ciudad suiza no logran arrancar tras ocho rondas, en parte por la falta de interés del régimen sirio, sumido actualmente en plena campaña de reconquista de zonas rebeldes. Rusia, Irán y Turquía lanzaron además un proceso paralelo en Astaná.

El enviado de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, ya alertó el martes de una catástrofe humanitaria inminente en la región de Idlib, un bastión rebelde que puede convertirse en el próximo objetivo del régimen tras haberse hecho con el enclave rebelde de Guta Oriental.

AFP / Emmanuel Dunand Participantes de la conferencia de donantes para Siria en la tradicional foto de grupo, en Bruselas el 25 de abril de 2018

Las discusiones en Bruselas con los representantes de Rusia e Irán «han sido en ocasiones bastante tensas», explicó Mogherini. A su lado, De Mistura confirmó que no hubo un «cambio» en las delegaciones rusa e iraní, «pero se evitó una confrontación».

Las consecuencias de una falta de «solución política» son para el enviado de la ONU el riesgo de mantener una guerrilla permanente, la inestabilidad, un renacimiento de los yihadistas del grupo Estado Islámico y una imposible reconstrucción.

Bruselas acogerá en 2019 una nueva conferencia de donantes, la tercera desde el año pasado. «Esperamos que pueda consagrarse a la reconstrucción», dijo Mogherini, para quien el desbloqueo de esa partida está condicionado «al inicio de un proceso de transición política» en Ginebra.

Fuente:AFP

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