DONAL TRUMP PIDE A LAS EMPRESAS ESTADOUNIDENSES QUE BUSQUEN ALTERNATIVAS A CHINA.

Pekín responde a los aranceles de Washington con represalias sobre productos estadounidenses valorados en 75.000 millones de dólares.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apenas ha tardado unas horas en responder al anuncio chino de nuevos aranceles a las importaciones estadounidenses. Pekín había anunciado este viernes la imposición de nuevas tasas, que pasarán del 5% al 10% sobre productos de EE UU —valorados en 75.000 millones de dólares (67.700 millones de euros)—. Estos gravámenes son una represalia por la decisión de Washington de aumentar sus aranceles sobre 300.000 millones de dólares (270.600 millones de euros) de productos chinos, y entrarán en vigor en dos tramos: el 1 de septiembre y el 15 de diciembre. Son las mismas fechas en las que está previsto que se pongan en marcha las penalizaciones de EE UU. Trump ha pedido este viernes a las empresas estadounidenses que comiencen a evaluar «una alternativa» al gigante asiático para llevar a cabo su producción. El presidente ha adelantado que Washington anunciará una respuesta a los aranceles de China esta misma tarde.

«Por la presente, nuestras grandes empresas estadounidenses tienen órdenes de comenzar a buscar una alternativa a China, incluida la posibilidad de traer sus compañías de vuelta a CASA y elaborar su productos en EE UU», escribió el presidente de EE UU en una batería de tuits sobre el asunto. «Esta es una gran oportunidad para Estados Unidos. También, estoy ordenando a todas las empresas de mensajería, incluyendo Fed Ex, Amazon, UPS… que busquen y rechacen todos los envíos de Fentanyl de China. El Fentanyl mata a 100.000 americanos cada año. El presidente Xi dijo que esto pararía y no lo ha hecho», sostuvo el mandatario.

La escalada en el conflicto comercial entre ambas potencias produjo una fuerte caída en los mercados bursátiles. Wall Street, que había estado al alza durante la jornada, se tiñó de rojo ante los anuncios de China y la respuesta del presidente estadounidense. El Ibex también presentó un retroceso y cerró con una caída del 0,77%, perdiendo de nuevo los 8.700 puntos. «Nuestro país ha perdido, estúpidamente, trillones de dólares con China durante muchos años. Han robado nuestra propiedad intelectual a un ritmo de cientos de billones de dólares al año, y quieren continuar. ¡No dejaré que eso ocurra! No necesitamos a China y, francamente, estaríamos mucho mejor sin ellos», afirmó Trump.

Además, Pekín ha optado por echar marcha atrás en su decisión de no penalizar las importaciones de vehículos estadounidenses, adoptada como gesto de buena fe tras la reunión del pasado diciembre entre los presidentes de ambos países, Trump y Xi Jinping, en Argentina. Después del anuncio del mandatario estadounidense el 15 de agosto sobre gravámenes a los productos chinos, el Gobierno de Xi ha anunciado que, además, elevará al 25% sus aranceles a vehículos estadounidenses y que los recambios se cargarán con una tasa del 5%, ambas medidas a partir del 15 de diciembre.

“Las medidas de EE UU han conducido a la continua escalada de las fricciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos, que han perjudicado gravemente los intereses de China, EE UU y otros países, y también amenazan seriamente al sistema de comercio multilateral y el principio del libre comercio”, apunta un comunicado del Ministerio de Finanzas, divulgado a última hora de la tarde en Pekín.

El anuncio se ha dado a conocer antes de la inauguración de la cumbre del G7, el selecto grupo de las economías más potentes del sistema occidental, en Biarritz (Francia). Trump ya arrastraba una frustración en su agenda económica porque durante la mañana de este viernes la Reserva Federal no bajó los tipos de interés, algo que el mandatario republicano ha presionado para que ocurra en reiteradas ocaciones. El presidente de la Fed, Jerome Powell, reconoció en su discurso la preocupación existente por la ralentización de la economía global motivada por las tensiones comerciales. El presidente estadounidense cargó contra él antes de conocerse el anuncio de China y tuiteó: “¿Quién es nuestro enemigo más grande, Jay Powell o el [presidente chino] Xi?”.

El jueves, el Ministerio de Comercio en Pekín ya había adelantado que se vería obligado a responder a la subida estadounidense de tasas con medidas similares. Entre los bienes que sancionará el Gobierno chino —prácticamente todas las exportaciones de EE UU a China que aún no habían visto aumentar sus aranceles en la agria pelea entre las dos grandes potencias económicas— se encuentran el petróleo crudo, avionetas, y numerosos productos alimenticios (frutos secos, el cerdo congelado, varios tipos de pescado y marisco, la ternera, la soja y la miel); en la segunda ronda se incluyen también importaciones de algunos textiles, insecticidas, productos químicos o papel fotográfico. En total, 5.078 tipos de importaciones verán subir sus aranceles.

Trump había anunciado el 1 de agosto la imposición de nuevos aranceles sobre 300.000 millones de dólares en productos chinos. Ponía así fin a la tregua alcanzada, al menos aparentemente, en su reunión con Xi tras la cumbre del G20 en Osaka (Japón) el 29 de junio, en la que acordaron retomar las negociaciones comerciales. El 15 de agosto anunció un aplazamiento de tres meses para ciertos productos, incluidos los juguetes o los productos electrónicos de consumo, hasta el 15 de diciembre.

El inquilino de la Casa Blanca justificó entonces esa marcha atrás como un intento de no perjudicar al sector de las ventas al por menor, que en Estados Unidos logra su mayor facturación en torno a esas fechas. Otros productos, según anunció entonces el representante estadounidense de Comercio Exterior, Robert Lightnizer, quedarán completamente exentos por razones de «riqueza, salud y seguridad nacional, entre otras cuestiones”.

Desde la tregua pactada en Osaka, los equipos negociadores de los dos países, encabezados por Lightnizer en el lado estadounidense y el vice primer ministro Liu He en el chino, han conversado por teléfono en varias ocasiones. La única reunión cara a cara tuvo lugar en Shanghái el 30 de julio, aunque sin aparentes progresos. Se espera que el próximo encuentro personal se celebre en septiembre en Washington.

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