CUATRO POLICÍAS MUERTOS EN UN ATAQUE CON CUCHILLO EN LA JEFATURA DE PARÍS.

El agresor era un funcionario de la comisaría que ha sido abatido.

Un funcionario del servicio de la Policía de París asesinó este jueves a cuatro de sus compañeros a cuchilladas por motivos aún desconocidos, según confirmó el fiscal Rémy Heitz. El agresor, un hombre de 45 años y que trabajaba en la prefectura de policía de la capital desde hace dos décadas, fue abatido por otro agente. Aunque la principial línea de investigación no es de momento la terrorista, el ataque ha sacudido a una ciudad y un país en alerta permanente tras haber sufrido numerosos atentados.

Las víctimas son tres hombres y una mujer, todos funcionarios de la Policía. Se trata de tres agentes y un integrante del personal administrativo, explicó Heitz. Otra persona resultó herida, agregó el ministro del Interior, Christophe Castaner, en unas declaraciones desde la prefectura, hasta donde se desplazaron de inmediato el presidente, Emmanuel Macron, y el primer ministro, Édouard Philippe. Ambos permanecieron varias horas en las dependencias policiales antes de continuar con sus agendas. El Elíseo indicó que el mandatario se desplazó poco después de conocerse el ataque hasta la prefectura para «manifestar su apoyo y solidaridad a todo el personal».

Nada se sabe, al menos de momento, de las causas detrás del ataque. La prensa francesa da prioridad a la pista de un conflicto personal. El agresor, cuya identidad todavía no ha sido revelada, era un funcionario que trabajaba en el servicio de informática como administrativo adjunto y que llevaba empleado en la sede policial parisina desde 2003. “Jamás presentó dificultades de comportamiento ni dio la menor señal de alerta” antes de este jueves, subrayó Castaner. Sin embargo, en declaraciones a la emisora Franceinfo, Christophe Crépin, colega del agresor, dijo que este mantenía una disputa con una de las víctimas, “su jefa de servicio”, extremo por el momento no confirmado oficialmente.

El fiscal anunció que se ha abierto una investigación por “homicidio voluntario sobre persona depositaria de autoridad pública” y por “tentativa de homicidio sobre persona depositaria de la autoridad pública”.

“Estamos con mi colega de la fiscalía antiterrorista evaluando la situación, pero por el momento es la fiscalía de París la que se queda con el caso”, añadió. Heitz confirmó asimismo que se ha registrado la casa del agresor. La esposa del atacante ha sido puesta esta tarde en detención preventiva. “La investigación está en curso, buscará arrojar luz sobre las motivaciones del paso al acto del autor”, concluyó.

El ataque se produjo entre las 12.30 y las 13.00. Es la hora en que la mayoría de los parisinos vuelven de comer o se disponen a hacerlo. También en la isla de la Cité, el corazón de París donde se erige la catedral de Notre Dame, pero también el antiguo palacio de justicia —aún en uso— y la sede policial, la prefectura de la policía. Fue allí donde se produjo el drama que muchos siguen sin explicarse cuando el funcionario policial sacó un cuchillo de cerámica y se abalanzó contra varios de sus colegas en un “recorrido mortal”, en palabras del ministro de Interior, desde su oficina hasta el patio, donde fue finalmente abatido.

“Vi a un hombre con un cuchillo en la mano. Corría tras un policía. Este le hizo hasta tres advertencias pero [el agresor] no se detuvo y él disparó”, dijo una agente administrativa que no quiso dar su nombre al diario Le Parisien. Otros testigos confirmaron los hechos. En vista de que el agresor no se detenía, el agente disparó dos veces. “Vi cómo el hombre caía; trabajamos en la prefectura de policía, hemos vivido atentados, lamentablemente, estamos acostumbrados” a situaciones así, declaró otra persona que presenció los hechos, también bajo condición de anonimato.

“Escuché unos tiros y vi a tres policías que estaban llorando, ahí me dije que debía ser grave”, relató por su parte a las cámaras Emery Siamandi, un traductor empleado en la sede policial y que vio el final de la tragedia. “Primero pensé que un policía se había suicidado. Pero no, era el policía con el agresor abatido, el policía estaba llorando. Ahí me dije que algo grave había pasado. Unos minutos después, vi entrar al ministro de Interior y estaba pálido y su cara era de pánico”.

El ataque ha conmocionado a un país muy sensibilizado ante cualquier acto violento. Desde 2015, Francia ha sido escenario de varios ataques atribuidos a grupos yihadistas, que incluyeron ataques sincronizados y agresiones aisladas con arma blanca. En total, 251 personas han perdido la vida en estos ataques, entre ellas varios policías, y el país sigue hasta hoy en estado de alerta.

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