BROTE DE HANTAVIRUS PONE EN ALERTA A ARGENTINA CON 12 MUERTOS Y MÁS DE 30 AFECTADOS.

La cepa más virulenta se transmite de persona a persona en la provincia patagónica de Chubut.

Epuyén, un pueblo patagónico paradisíaco, es el epicentro de un excepcional brote de hantavirus que ha puesto en alerta a Argentina. El virus hanta, con síntomas parecidos a la gripe, se transmite habitualmente por el contacto a través de la saliva, las heces y la orina de ratones infectados, pero en la cepa detectada en la provincia de Chubut ha habido contagio de persona a persona. De las 28 afectados por la enfermedad es esta provincia, 10 han muerto, entre ellos una chilena que había viajado a la zona. Un centenar de residentes más de Epuyén están aislados por orden judicial en sus casas y hay policías que custodian que no salgan a la calle. En otras cuatro provincias del país también se han registrado casos, con dos víctimas mortales.

El hantavirus es una enfermedad viral grave endémica de Argentina. Entre 2013 y 2018 hubo 598 personas infectadas, de las que 111 murieron. La tasa de letalidad promedio en esos seis años fue del 18,5%, muy inferior a la del brote actual en Epuyén, que es del 36%, otro de los motivos que explican la preocupación de las autoridades sanitarias argentinas.

Los ratones silvestres transmiten la enfermedad a las personas al eliminar el virus a través de la saliva, las heces y la orina. Las secreciones secas se mezclan con el polvo y pueden entrar al cuerpo humano por vía respiratoria o mediante el contacto con una zona contaminada si existen heridas en la piel. También puede haber contagio en caso de mordeduras.

El caso que inició el brote de Epuyén se sospecha que se ciñe al patrón habitual. Se trata de un hombre que limpió un cobertizo abandonado en el que podrían haber habido secreciones de algún ratón con el virus. El infectado, que presentaba algunos síntomas como dolor de cabeza y muscular, asistió a una fiesta de cumpleaños a finales de noviembre en la que participaron unas 50 personas. Varios de los asistentes se contagiaron y después contagiaron a otros, en una cadena que las autoridades intentan detener y que ha vaciado de turistas este año la localidad.

La Sociedad Argentina de Infectología ha publicado un informe en el que califica de “grave” e “infrecuente” el actual brote patagónico por su capacidad para transmitirse de persona a persona. Recuerda que el primer antecedente de transmisión interhumana fue una cepa del mismo virus registrada en la provincia de Río Negro (vecina a Chubut) en 1995. Desde entonces sólo el 2,5% de los casos se han infectado por esa vía.

El periodo de incubación del virus es de una a tres semanas y los primeros síntomas suelen confundirse con una gripe: fiebre, dolores musculares, escalofríos y cefaleas. También pueden producirse náuseas, vómitos y diarrea. Pasados unos días algunos pacientes comienzan a sufrir dificultades respiratorias que, de agravarse, pueden derivar en un síndrome pulmonar por hantavirus. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que no se ha pronunciado hasta ahora por el brote patagónico, no existe un tratamiento específico para este cuadro grave.

“Estamos bastante preocupados, estamos trabajando codo a codo con las autoridades sanitarias de Chubut para controlar el brote”, declaró a los medios el ministro de Salud argentino, Adolfo Rubinstein, quien este miércoles viajó a la zona afectada.

Además de Chubut, en lo que va de año se han confirmado casos aislados en otras cuatro provincias argentinas: Buenos Aires, Entre Ríos (este) y las norteñas Salta y Jujuy. Uno de los infectados en Entre Ríos y otro de Jujuy han fallecido, mientras que los otros dos casos evolucionan de forma favorable. El contagio ha sido ambiental, es decir por el contacto con los roedores portadores del virus o con sus secreciones.

Rubinstein cree que el brote de Epuyén «está en vías» de estar controlado e insiste en que se han tomado todas las medidas necesarias para frenar su propagación. En el Instituto Malbrán, el centro de referencia argentino para hantavirus, estudian las características de la cepa del virus de Epuyén, llamada Andes Sur, para detectar posibles mutaciones. Por precaución, el ministro ha recomendado que nadie viaje a la zona y los colegios han aplazado el inicio de las clases, previsto para la próxima semana.

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