ASAMBLEÍSTA SOFÍA ESPÍN NO TENIA AUTORIZACIÓN PARA INGRESAR A LA CÁRCEL 4 DE QUITO DONDE SE ENCUENTRA EL EXVICEPRESIDENRTE JORGE GLAS.

Paúl Granda dice que asambleísta no se registró ni fue autorizada para entrar a la Cárcel 4 y pide remoción de Directora.
«Burló todos los controles». Así lo aseguró el secretario de la Política, Paúl Granda, al anunciar este jueves 27 de septiembre del 2018 que la visita de la asambleísta correísta Sofía Espín a la testigo Diana Falcón, el lunes 24 en la Cárcel 4 de Quito, incumplió los protocolos en la cadena de control y seguridad. «De la información recabada, la asambleísta Espín no se registró ni fue autorizada para ingresar al CRS (Centro de Rehabilitación Social) Femenino. ‘Burló’ todos los controles.
Enviaremos una petición a la Fiscalía a que investigue e iniciaremos acciones administrativas que determinen las responsabilidades del caso», dijo Granda en la red social Twitter. El funcionario señaló, además, que ha solicitado a la viceministra de Rehabilitación Social «la remoción inmediata de la Directora del CRS Femenino por no haber exigido el cumplimiento de los protocolos de visitas a los privados de la libertad. Investigaremos con rigurosidad las responsabilidades en la cadena de control y seguridad».
  La ministra del Interior, María Paula Romo, se hizo eco este 27 de septiembre de la información dada por Granda. «Ministro @PaulGranda confirma que la señora Espín no cumplió con los procedimientos para ingresar a una cárcel», escribió en Twitter. Romo había señalado ayer, 26, que lo ocurrido (el ingreso de Espín para hablar con una testigo) «es muy grave.
Este es un caso en el que todo el país está pendiente, un caso en el que según la Fiscalía estaría implicado inclusive el (ex) Presidente de la República, estamos hablando de un delito muy delicado y de una persona que colabora con la justicia como un testigo protegido».
La mañana del 25 de septiembre, Felipe Rodríguez, abogado de Fernando Balda, denunció que la asambleísta Espín y la abogada Yadira Cadena Cevallos, asistente de Caupolicán Ochoa, abogado de Rafael Correa, habían ingresado a la Cárcel 4 el lunes 24 para hablar con la agente Diana Falcón, para prometerle protección de la ONU si se retractaba de su versión sobre el secuestro de Balda.
El mismo martes 25, la asambleísta Espín admitió que entró a la Cárcel 4 para hablar con Falcón. Aseguró que lo hizo por razones humanitarias porque la agente no debiera estar presa. Diana Falcón es testigo protegida de la Fiscalía Nacional del Estado, por su colaboración en la investigación del secuestro de Balda en Colombia, en el 2012. Entonces, Balda, exasambleísta, era opositor de Correa.
Dentro de la investigación, los agentes de Inteligencia Falcón y Raúl Chicaiza (también testigo) denunciaron que el secuestro fue dirigido al más alto nivel. Con sus aportes, la Fiscalía acusó a Correa, el martes 25, como autor de los delitos de asociación ilícita y secuestro de Balda. Falcón y Chicaiza también fueron acusados y se encuentran detenidos en la Cárcel 4. Diego Chimbo, su abogado, afirmó que Diana Falcón le comentó que Espín llegó la víspera de la audiencia y le ofreció asilo en Bélgica (donde reside el expresidente) a cambio de que dijera que fue presionada por el fiscal Paúl Pérez para involucrar a Correa en el proceso.
«Diana Falcón y Raúl Chicaiza entregaron las pruebas que recopilaron desde el 2013… Es decir que en algún momento tenían que dar este proceso y sabían que iban a colaborar con la justicia”, dijo el abogado de los agentes procesados. Chimbo señaló que el agente Chicaiza ha sido contactado en la Cárcel 4 por personas afines a Correa. «Van a visitar al exvicepresidente y se contactan con él y le insinúan que cambie este proceso y la insinuación más grave que le hacen es pedir que mienta, es decir que se retracte».
En la Cárcel 4 cumple sentencia el exvicepresidente Jorge Glas, condenado por asociación ilícita en el caso Odebrecht. Espín fue colaboradora cercana de Glas y actualmente es asambleísta desafiliada de Alianza País, perteneciente al grupo de legisladores llamados correístas.
FUENTE: DIARIO EL COMERCIO.

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