El Ministerio de Salud Pública (MSP) dio la alerta. Las intoxicaciones se reportaron la noche del 25 de octubre y Verónica Espinosa, ministra de esta cartera de estado, confirmó que ya son 8 los fallecidos y 20 con pronóstico reservado.
Se conoció también que se trata de 9 casos y en cada uno de ellos se detectó ingesta de alcohol metílico durante las útlimas 72 horas. Esta clase de licor no es apto para el consumo humano, ya que su uso realmente es industrial: en solventes, fabricación de plásticos, anticongelantes, entre otros.
De acuerdo a Espinosa estas bebidas se adquirieron en tiendas donde la Policía Nacional ya había intervenido con operativos. Es más, la noche del mismo 25 de octubre se “clausuraron 3 locales y se decomisó varios litros de licor artesanal”, según información de esta entidad.
Todo esto a pesar de los controles que se han dispuesto, incluido el Sistema de Identificación, Marcación, Autentificación, Rastreo y Trazabilidad Fiscal (SIMAR), coordinado desde el Servicio de Rentas Internas (SRI) y la Aduana.
Al momento, las 20 personas que aún tienen estragos por este licor son atendidos en los Hospitales Eugenio Espejo y Pablo Arturo Suárez en Quito. Sin embargo, los efectos del alcohol metílico son graduales: el riesgos de muerte bordea entre las 12 y 36 horas después de haberlo ingerido y en caso de superarlo, podrían quedar secuelas ya sean neurológicas u oculares.