Acusado de injerencia, el embajador de EEUU en Alemania genera la controversia

Dirigentes de izquierda alemanes pidieron este martes la expulsión del embajador de Estados Unidos en Berlín, un acérrimo defensor del presidente Donald Trump que ha sido acusado de inmiscuirse en asuntos internos de Alemania, agravando la ya muy tensas relaciones bilaterales.

Richard Grenell asumió su cargo el 8 de mayo, e inmediatamente generó la polémica al tuitear que las empresas alemanas deberían dejar de hacer negocios con Irán, después de que Estados Unidos abandonara el acuerdo nuclear suscrito con la República islámica en 2015.

También habría afirmado el pasado fin de semana, al sitio de extrema derecha Breitbart, que «apoyaba» a la derecha radical en Europa. Además, es acusado por sus detractores de comportarse como «vicecanciller» alemán, al organizar reuniones con dirigentes extranjeros de primer plano que visitan la capital alemana.

El responsable socialdemócrata Martin Schulz, expresidente del Parlamento europeo, pidió el martes que el diplomático fuera reenviado a Washington.

«Lo que hace este hombre es inaudito en la diplomacia internacional», afirmó Schulz la agencia alemana de prensa DPA.

«Si el embajador alemán dijera en Washington que está ahí para fortalecer al partido Demócrata, le darían de inmediato una patada en el trasero», agregó Schulz, tras haber acusado en Twitter a Grenell de comportarse como «un oficial colonial de extrema derecha»

Por su lado, la líder del partido de oposición de extrema izquierda, Die Linke, Sahra Wagenknecht, afirmó que se debería expulsar de inmediato a Grenell «si es que el gobierno alemán se toma en serio la soberanía democrática de nuestro país (…)», según dijo al diario Die Welt.

– Explicaciones –

El descontento también ha ganado al gobierno de Angela Merkel. «Grenell quiere reforzar las corrientes que en Europa intentan frenar o invertir el proceso de unidad europeo» afirmó el martes un responsable del partido conservador de la canciller, encargado de política extranjera, Jürgen Hardt.

El ministerio alemán de Exteriores ha pedido explicaciones sobre los comentarios de Grenell, que dice apoyar a «los conservadores en toda Europa. El tema debería ser abordado durante una entrevista ya establecida previamente para este miércoles entre el embajador y el secretario de Estado Andreas Michaelis.

El embajador estadounidense genera además malestar por su hiperactivismo en Berlín: el lunes organizó una entrevista con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, de visita a Alemania, que acababa de mantener una entrevista con Angela Merkel.

La canciller acababa de reafirmar su voluntad de mantener vivo el acuerdo nuclear iraní, que rechaza categóricamente Netanyahu, con el apoyo de la administración Trump.

Grenell ha tomado asimismo la iniciativa de invitar a un almuerzo el 13 de junio al canciller conservador austríaco Sebastian Kurz, a quien calificó de «estrella de rock».

Kurz, que dirige en su país una coalición con la extrema derecha, ha criticado en el pasado la política migratoria generosa de Merkel.

Homosexual y partidario del matrimonio entre personas del mismo sexo, Grenell se describe en Twitter como un «discípulo imperfecto de Cristo».

El nombramiento como embajador de Grenell –exportavoz de la misión de Estados Unidos en la ONU– fue durante largo tiempo frenado por el Senado, y sólo se produjo a fines de abril. La oposición le reprochaba sobre todo sus tuits sexistas.

Su desempeño como embajador no ayuda a mejorar las difíciles relaciones entre Estados Unidos y Alemania, sobre todo con el riesgo de guerra comercial a ambos lados del Atlántico, y los reproches de Washington a Berlín por su escaso gasto en defensa.

Fuente: AFP

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