Acercamientos políticos, prioridad para Lenín Moreno

El primer año de gestión del presidente Lenín Moreno estuvo marcado por la búsqueda de acuerdos de gobernabilidad con sectores impensables para un socialismo del siglo XXI abanderado durante diez años por su antecesor, excoideario y ahora detractor Rafael Correa.

Moreno, el pasado jueves, llamó a abandonar ese socialismo del pasado y promocionó uno nuevo frente a un grupo de empresarios. “El socialismo nuevo, es un socialismo inclusivo, incluyente, en donde el diálogo es la marca registrada de mi gobierno”.

Ese diálogo empezó con algunos de sus contendores en la campaña presidencial, con empresarios, con indígenas, con los sectores sociales, entre otros. Sin embargo, para el analista político Patricio Carpio esos acercamientos fueron productos del rompimiento con el correato, en búsqueda de una nueva identidad.

“En ese marco el Gobierno ha puesto toda su energía y esfuerzo en lograr encontrar una vía que le permita gobernar con determinados aliados y superar las tensiones a raíz de la ruptura con el correísmo…”, sostiene Carpio, docente universitario.

Y ese desgaste, dice el analista, se refleja con un porcentaje de aprobación ciudadana inferior a la que obtuvo al inicio de su mandato.

Según las encuestadoras Cedatos, Perfiles de Opinión y Opinión Pública Ecuador, al comienzo de su gestión en el 2017 Moreno tuvo una aprobación del 66%, 84,96% y 65,9%, respectivamente. No obstante, el mes pasado la calificación fue del 45,5%, 46,51,% y 63,%.

Se estima que los sondeos no sufran cambios significativos en el mes en curso, pues la tendencia desde julio y agosto del año pasado, cuando Moreno llegó a sus picos más altos de aceptación, es a la baja.

Carpio señala que no es sino hasta al final del primer año de gestión en que el gobierno de Moreno, al parecer, logra definir un rumbo. “El elemento central que le puede marcar a este gobierno, más que los diálogos, es la decisión de asumir una agenda política y económica que viene desde los sectores empresariales; yo creo que el Gobierno se acaba de definir como de centroderecha…”.

Lo dice por el reciente nombramiento de Richard Martínez como ministro de Economía y Finanzas.

Virgilio Hernández y Paola Pabón, quienes renunciaron al régimen de Moreno a los tres meses de gestión, no tienen dudas de que el Gobierno escogió la derecha como su nueva ideología política. El primero cuestiona la permanencia en el régimen de aquellos que se dicen de izquierda, y la segunda espera que no usen “los avances y la ideología de la revolución ciudadana para disfrazar a este gobierno de derecha…”.

El aumento de la desaprobación de un personaje como el presidente, dice Dimitri Oña, de Opinión Pública Ecuador, es normal en términos de desgaste político. Sin embargo, añade que factores como la coyuntura y cambios ministeriales, influyen negativamente en la percepción ciudadana; hacen creer que algo anda mal o que la elección fue equivocada.

En un año, por ejemplo, Moreno ha tenido tres ministros de Economía y de Vivienda, dos del Interior y de Defensa; y tres secretarios de la Política,

Yaku Pérez, dirigente indígena, espera ver resultados en este próximo año de gestión, pues considera que Moreno no ha cumplido con el sector. “Eso hace que la confianza al menos del movimiento indígena vaya perdiendo cada vez más y eso podría llevar al rompimiento del diálogo. La política del Gobierno es clara-oscura, no está evidente por cuál andarivel mismo va a transitar”.

Fuente : eluniverso.com

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