14 MANDATARIOS CONFIRMAN SU PRESENCIA A LA CUMBRE IBEROAMERICANA.

Peña Nieto y Temer se despedirán de sus homólogos, mientras que Duque, Abdo, Vizcarra y Sánchez se presentarán.

La cumbre iberoamericana de Antigua (Guatemala), los próximos 15 y 16 de noviembre, será la más exitosa de los últimos años, al menos en cuanto a asistencia, según ha vaticinado en el Senado el ministro de Exteriores, Josep Borrell. Fuentes diplomáticas aseguran que ya han confirmado su participación 14 mandatarios, además del propio anfitirón, de los 22 países que forman la comunidad iberoamericana, mientras que se da por descontada la ausencia de los líderes de Venezuela, Chile, Uruguay, Panamá, Argentina y Cuba.

En Antigua se despedirán de sus homólogos los todavía jefes de Estado de Brasil, Michel Temer, y México, Enrique Peña Nieto, mientras que se estrenarán los nuevos mandatarios de Colombia, Iván Duque; Paraguay, Mario Abdo; Perú, Martín Vizcarra; y España, Pedro Sánchez.

También ha sido invitado el presidente electo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a cuya toma de posesión asistirá el rey Felipe VI el próximo 1 de diciembre, aunque las complicaciones  protocolarias dificultan su presencia en Antigua.

Durante los últimos años las cumbres iberoamericanas han ido languideciendo, ante el desinterés de los líderes del otro lado del Atlántico. En la de Panamá (2013) faltaron 12 mandatarios y en la de Cartagena de Indias (2016), 13; hasta el punto de que a partir de 2014 se decidió hacerlas cada dos años, en lugar de anuales. Esta vez se temía que la proximidad de la cumbre de la APEC (Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico), el día 18 en Papúa Nueva Guinea, provocara una estampida, pero el chileno Sebastián Piñera, que toma la presidencia rotatoria de dicho organismo, es el único que se ha excusado con este motivo.

Fuentes diplomáticas aseguran que, por razones diferentes, los líderes iberoamericanos han encontrado en la cita de Antigua una oportunidad para verse en un momento en que otros foros, como Unasur o Mercosur, están en crisis. Incluso el nicaragüense Daniel Ortega, duramente criticado por la represión de las protestas en su país, ha anunciado que asistirá. Del antiguo frente bolivariano se espera que acudan los presidentes de Bolivia (Evo Morales) y Ecuador (Lenin Moreno).

Más difícil será atraer a los líderes iberoamericanos a la próxima cumbre, que se celebrará en 2020 en Andorra, el único país del mundo cuyo idioma oficial es el catalán, como ha subrayado Borrell.

La cumbre iberoamericana de Antigua será la tercera en la que participa el rey Felipe VI, aunque siendo príncipe de Asturias ya estuvo invitado en Cádiz (2012). Antes de llegar a Guatemala, los Reyes visitarán Perú el 12 y 13 de noviembre. En marzo del año próximo volverán a Iberoamérica con motivo del congreso internacional de la lengua española, que se celebra en Córdoba (Argentina).

Por su parte, Pedro Sánchez, que ya hizo una gira latinoamericana en agosto (Chile, Bolivia, Colombia y Costa Rica), viajará el día 22 a Cuba y el 30 a Buenos Aires (Argentina), para participar en la cumbre del G-20 y reunirse con su anfitrión, Mauricio Macri quien no tiene previsto asistir a la cumbre de Guatemala.

La cita de Antigua estará dedicada al desarrollo sostenible, pero el retiro de líderes, que moderará el presidente guatemalteco Jimmy Morales, no tiene orden del día, por lo que es probable que se aborde el problema que más preocupa a la región: la crisis venezolana y el éxodo de más de dos millones de personas que ha provocado.


CONSULADO COLAPSADO EN VENEZEULA.

La representación diplomática de España en Venezuela está “colapsada” ante la “avalancha” de peticiones de los 170.000 españoles que viven en el país caribeño, sumido en un colapso económico. Según el ministro de Exteriores, Josep Borrell, 5.000 personas acuden cada mes al Consulado General en Caracas y el año pasado se tramitaron 310.000 ayudas asistenciales, para las que hay un presupuesto de 13 millones de euros. Se emiten, además, 25.000 pasaportes anuales y 6.000 personas son atendidas con cargo al Fondo España Salud. “No soy Papa Noel ni un rey mago y tengo el presupuesto que tengo, pero lo utilizamos a tope”, se ha excusado Borrell.

El ministro ha rechazado los “tambores de guerra” que propugnan una intervención militar en Venezuela y ha apostado por una salida “democrática, pacífica y negociada”. Ha subrayado que el Gobierno no se siente “involucrado, representado ni partícipe” de las gestiones del expresidente Zapatero, pero ha agregado que este actúa “de buena voluntad” y ha coincidido con él en que las sanciones estadounidenses, al contrario que las europeas, las sufre la población venezolana.

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